-La guerra por la soberanía alimenticia que se avecina…
Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Electo de México, me dirijo a usted por este medio, porque fue por este medio – las redes sociales, que muchos nos enteramos de su lucha y su propuesta, y nos queda claro que la lucha que se avecina por reconstruir el país será cruda y difícil, pero que quede claro que muchos estamos con ustedes, y yo, a título personal le expongo lo siguiente…
De inicio, le explico que me había prometido a mí mismo, no volver a hacer jamás otro reporte de los mercados de la miel, pero la situación que se avecina y la que está ya sobre nosotros es tan volátil y violenta contra la apicultura mexicana; y me es imprescindible hablar sobre lo que pasa en los mercados. Hace aproximadamente un año desde mi último reporte, en el cual, anuncie de la crisis que hoy vivimos, en su momento, se vivía un caos de precios altos generados por los falsificadores de mieles orgánicas y sus lacayos que ofrecían precios ridículamente altos. En ese reporte, me atacaron mucho porque predecía la caída de los precios y la guerra que hoy vivimos y que apenas inicia. Me acusaron de vendido, que, “ya te llegaron al precio” y muchos otros calificativos que, sinceramente no tengo porque tolerar. Yo no recibo nada por estos reportes, ni por mi análisis constante o lecturas de los mercados, ni por mi documentación exhaustiva ni por nada de lo que hago por el gremio; vivo de mi trabajo, nunca he pedido un apoyo al gobierno y no tengo porque aguantar ataques. Los falsificadores de mieles orgánicas, no falsifican la miel; falsifican la documentación requerida que de hecho, muchas de nuestras mieles son orgánicas “de facto”, pero carecen de la documentación y protocolo verificador que permite la certificación de mieles orgánicas como tal. En otras palabras, la diferencia entre mieles orgánicas y convencionales es muy poca –en la mayoría de los casos, es tan solo el uso de alimentación, tratamientos a los cajones y documentación.
Los sicarios de la miel, encontraron un deficiente en los mercados internacionales de la miel que, con documentación fraudulenta lograron colocar mieles convencionales por orgánicas. Las jugosas ganancias les permitieron buscar más mieles para suplir esa demanda, y con ello elevaron los precios de las mieles convencionales de manera artificial, a modo que los productores contentos y pesimistas, creyeron que el mercado de la miel internacional era reflejado en los precios ofrecidos, y con ello, vivieron momentos de euforia basados en ofertas, demandas y falacias generadas en lo ilegal, lo sucio, lo malvado de unos cuantos, mientras los mercados reales internacionales se colapsaban rápidamente y el productor fundando sus esperanzas en castillos de arena.
Ron Phipps y Kelvin Adee predicen una mejoría de los mercados internacionales – para el 2020, ellos son personajes importantes de los ámbitos internacionales de la miel.
Pero, yo no creo que lo que pasa en los mercados internacionales es una casualidad; creo que todo esto que vivimos o estamos viviendo en la apicultura es por diseño. Yo veo un intento de dominio de la capacidad alimentaria de Latino América, donde el objetivo es la perdida de la seguridad alimenticia y la soberanía alimenticia.
Gustavo Gordillo, miembro de la FAO, explica o define la Seguridad alimentaria de la siguiente forma;
“Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos, inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana”. (FAO, 1996).
La propuesta suya, Señor Presidente Electo, no es más que esto, el de permitir el acceso a los alimentos suficientes para mantener la paz social, erradicando la pobreza y sus consecuencias, con ello, fortalecer los derechos humanos – jóvenes con futuro, viejillos como yo con seguridad social, para los pueblos marginados el derecho de desarrollo y para los políticos la exigencia de austeridad y renuncia a derrochar lo que no es de ellos y honestidad.
De acuerdo con “The Six Pillars of Food Sovereignty, en Nyéléni, 2007 (Food Secure Canada,
2012), la soberanía alimentaria tiene, como su título lo dice; seis pilares.
El pilar uno que exige que las necesidades de los ciudadanos sea el centro de toda política.
El pilar dos que hace de los productores de alimentos una pieza clave – (como lo es el apicultor).
El pilar tres – ojo-, que reduce la distancia entre proveedores y consumidores de alimentos (miel), rechaza el dumping (las mieles adulteradas y jarabes con el nombre miel abundan en los mercados) y la asistencia alimentaria inapropiada, resiste la dependencia de corporaciones remotas e irresponsables.
Pilar cuatro que sitúa el control a los proveedores de alimentos (apicultores), reconoce la necesidad de habitar y compartir territorios y rechaza la privatización de los recursos naturales (hoy en día el compartir territorios es aceptar agroquímicos y transgénicos que matan nuestras abejas y la privatización y destrucción de los manglares, bosques y selvas como recursos naturales violan este pilar)
Pilar cinco que promueve el conocimiento y las habilidades que se basa en conocimientos tradicionales, utiliza la investigación para apoyar y transmitir ese conocimiento a generaciones futuras y rechaza la tecnología que atenta contra los sistemas alimentarios locales. (La apicultura en México está en manos de viejos principalmente, y el remplazo generacional no existe de forma sustentable; la apicultura está en vías de extinción).
Pilar seis es el ser compatibles con la naturaleza, maximiza la contribución de los ecosistemas, mejora la capacidad de recuperación y rechaza el uso intenso de energías de monocultivos industrializados…
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la FAO (DESC) adoptó en 1999 la Observación General número 12. En dicho documento se explica; “El derecho a la alimentación adecuada debe interpretarse como un derecho dispuesto a atender tanto la disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de los individuos, sin sustancias nocivas y aceptables para una cultura determinada; como el acceso a éstos de una forma sostenible.” - sin una política que garantice la protección de las abejas, jamás podrá garantizarse una producción de alimentos adecuada porque de ellas depende la polinización que garantiza la producción de alimentos.
El Imperialismo y la Miel
Iniciare por compartir mi teoría – solo una teoría emanada de un apicultor que le gusta observar y analizar los acontecimientos internacionales y la forma que afectan los nacionales.
La miel mexicana sufre dos grandes envestidas (entre muchas); La presencia y dominio de mieles adulteradas o jarabes que mucho daño hacen a la apicultura en el mercado interno, y la miel de China que derrumba y sigue derrumbando los mercados de la miel; lo explico.
Hoy en día, en los ámbitos internacionales, vivimos una guerra entre los productores reales de miel, y los falsificadores. Esta guerra es nación contra nación, barreras comerciales y prácticas leoninas y criminales que yo creo, están diseñadas para afectar la producción de alimentos en las naciones, con el fin de ejercer dominancia y acaparamiento de mercados alimenticios y de producción pecuaria – de inicio. Si los apicultores pierden el incentivo monetario, y las pérdidas se extienden por varios periodos, la apicultura se reducirá considerablemente. Si se reduce el número de colmenas en un país, las abejas sufrirán ataques de enemigos naturales que, debido a la relación simbiótica entre abejas y apicultor, las abejas son apoyadas para combatir enfermedades y plagas, que sin el apicultor no pueden pelear. Sin abejas suficientes no habrá polinización y sin la polinización, no habrá producción de alimentos, sin la producción de alimentos suficientes, la soberanía alimenticia se pierde, sin soberanía alimenticia; la democracia es insostenible…
Si el ataque es por diseño o solo por casualidad, la falta de soberanía alimenticia pondrá en riesgo cualquier proyecto de nación que usted tenga y es necesario, ver las cosas como son; una guerra por nuestra soberanía. De todos es sabido que USA ha perdido el liderazgo económico, y que China, entre algunos países, se disputan el primer lugar. Es China, quien ha desarrollado una miel falsa, que casi imposible de diferenciar, han inundado el mundo con millones de toneladas y que hoy compite contra la miel real – entre ellas la mexicana. Ya vimos como la existencia de Wal-Mart y las grandes cadenas similares, han substituido las pequeñas empresas familiares y hoy en día, sufrimos un ataque frontal en la apicultura, donde los precios ofertados por las mieles, no dejan para pagar ni los gastos de producción del apicultor, y esto, si es por diseño, tendrá la consecuencia de ver el campo apícola desertado y las colmenas en abandono por falta de capital y mercado para nuestras mieles. Ya aniquilada la industria, la producción de alimentos mermara de tal forma, que los nuevos contendientes a el liderazgo económico, podrán colocarse como monopolios de insumos alimenticios –en el mejor de los casos.
Un poco de historia
Desde el 2001, en USA se estableció una ley anti-dumping contra la miel proveniente de China. El actual presidente Trump, ha prometido más medidas proteccionistas contra las mieles y otros productos Chinos. La miel, es el tercer alimento más adulterado en el mundo, y solo le ganan el primer lugar la leche y el aceite de oliva (US Pharmacopeia). Michael Roberts, maestro de leyes de la UCLA, dice que solo para detectar fraudes en la industria de los alimentos, se gastan 8 mil millones de dólares anualmente. Entre 30 y 40 mil millones de dólares es el costo de los fraudes en los alimentos globalmente por año (John Spink, Michigan State University 2014)
La USP.org – US Pharmacopeia, es una organización científica que trabaja con la calidad y estándares de los alimentos fabricados, distribuidos o consumidos. Dicha organización ha propuesto una reunión de expertos para tratar el asunto de adulteración de la miel. En los últimos 5 años, los Estados Unidos de Norte América, ha incrementado su consumo en un promedio fantástico de 10,720 toneladas de miel por año. Cualquiera creería, que debido a la cercanía con México – con un 4º lugar en producción mundial, según algunos, y un 6º lugar según otras fuentes, lo lógico sería que USA hubiera incrementado sus compras utilizando mieles de México por dos simples factores; la cercanía y bajo costo de transporte, y las diversidad y calidad de las mieles mexicanas por todos conocidas. Pero la miel que cubre esa demanda constante y siempre creciente proviene de los países Asiáticos; al menos en nombre. El incremento de volumen importado a USA se incrementa a excelentes niveles, mientras las compras de mieles centro y sur Americana se desploma a un tenor de 3,495 toneladas métricas por año.
USA importo 141,000 toneladas en 2012, incrementándose a 202.000 toneladas en el 2017. Los precios de las mieles alcanzaron entre 2014/2015, los $3,500.00 dólares promedio por la tonelada métrica o $58.00 a $65.00 pesos por kilogramo según el mes y comprador del momento. Los precios de la miel iniciaron su descenso desde la temporada 2015-2016. Cuando las mieles provenientes de Asia saturaron en $2,000.00 dólares por tonelada para el 2017 - $36.00 pesos el kilogramo en los mercados internacionales, en México se daba la sobre oferta generada por unos cuantos corruptos adulteradores de mieles orgánicas, generando expectativas y un disparo general de precios, de hasta $80.00 pesos por kilogramo. Ya insostenible pero comprometidos por contratos punitivos, los exportadores que vendieron por contratos a futuro, no les quedo de otra más que cumplir con las cuotas de entrega, aceptando los precios inflados y generando pérdidas multimillonarias para los exportadores – pero no así para los productores que vivían un auge artificial emanado de la corrupción de unos cuantos. Los exportadores, quien siempre había tenido “la sartén por el mango”, pagarían caro el descuido de las autoridades que, por falta de regulación, complicidad o descuido, habían dejado salir el genio de la lámpara y los mercados internos fueron regidos por la corrupción. Las pérdidas de los exportadores han sido enormes y sospecho que perderemos algunos de los más exitosos si esto no se compone – y no veo
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He viajado y visitado muchos apiarios y apicultores de México y otros países, y hoy por hoy puedo decir con orgullo que México tiene una industria apícola de excelencia y mieles de las mejores que existen en el mundo – sin lugar a duda. El nivel de conocimiento del gremio, reflejado en producción de miel para exportación en México, solo habla de buenas condiciones geográficas y genéticas, y un gremio preparado para la producción y cuidado de sus abejas que, si, a pesar de las deficiencias, podemos ponderar que México, tiene de las mejores apiculturas y mieles del mundo.
Hoy en día tenemos inventarios de mieles que no se venden o que tienen precios ridículos, y no se debe a la mala calidad de miel o malas prácticas de los apicultores, simplemente el mercado internacional de la miel ha sido invadido por una enorme cantidad de “miel”, que absoluta y definitivamente no refleja la cantidad de colmenas que deberían existir de los supuestos países productores. El exceso de “miel” barata, ha desplazado la miel real que, por costos de producción, es imposible que se pueda ofertar a los precios que hoy predominan en los mercados internacionales. Esta presión ejercida sobre nuestra miel, causa terribles consecuencias de abaratar todos los productos de la colmena, elevar los volúmenes en bodega – y ya en bodega, se degrada en términos de elevada cantidad compuestos químicos, que los mercados consideran para ofertar sobre lotes ofrecidos. Esto, al igual que en otros países productores de mieles de excelencia y tradición, ha desmoralizado al dejar al apicultor en términos de bancarrota y descapitalizados para continuar. Nuestro país debería de ser un productor de mieles orgánicas por excelencia porque tenemos las condiciones para lograrlo y porque el mercado de las mieles orgánicas continua estando fuerte – a pesar de los graves problemas que tenemos. Los mercados internacionales compraron 28,460 toneladas métricas en 2017, y los precios se elevaron hasta los rangos de $4,500.00 a $5,200.00 por tonelada métrica; más o menos se pagó entre los $81.93 y $93.60 pesos por kilogramo, ya puesta en los mercados extranjeros, y con gastos de transporte, laboratorios, gastos de tramites de aduana e impuestos de exportación. Los países de nuestro continente que son productores por excelencia, tienen serios problemas con sus mieles – al igual que nosotros, y sus sistemas democráticos y geopolíticos están en juego. En Argentina se tienen grandes inventarios sin moverse, en Brasil, productor de mieles orgánicas en líquido y en penca, ha sufrido una baja al precio de sus mieles de hasta un 50%. La miel en Canadá – productores de mieles de pradera como el trébol, alfalfa y la canola, están siendo seriamente afectados en los últimos años por la invasión de “mieles” asiáticas baratas y de Ucrania.
En los fraudes de la miel, no estamos solos dentro de los países afectados. Hungaria, quien se caracterizara por sus mieles claras de Acacia, ahora sufre la entrada de mieles falsas que llegan para competir deslealmente contra el mercado interno. En México no somos un país consumidor de miel, pero, la poca miel que se consume, proviene en un 80% de mezclas que se hacen con jarabe de maíz y de otros. Y esto arroja, una industria que está bajo ataque interno y que nosotros como industria, estamos perdiendo en esa batalla. La miel Manuka de Nueva Zelandia, conocida y apreciada por sus propiedades curativas, hoy en día está también bajo ataque; han metido una versión fraudulenta de la miel y ya no muchos quieren pagar el precio “Premium” que se demanda por esa miel y la industria está sufriendo una decadencia. Ucrania tiene serios problemas de pérdidas de las abejas y enorme sequia – se reporta hasta un 75% de mortandad de las colmenas y su producción se ha reducido hasta un 43%. Los vietnamitas con un segundo lugar en producción en Asia, están preocupados por la guerra comercial norte americana y están intentando arduamente introducirse a los mercados europeos – otra competencia más para las mieles mexicanas que tradicionalmente son exportadas en su mayoría a UE. Es de conocimiento popular, que muchos de los productores en Asia, producen mieles con muy malas prácticas de higiene o apego a las normas internacionales de calidad y es por ello que Vietnam tendrá un enorme reto para modernizar su industria.
En USA, las autoridades están investigando en 50 estados de la unión americana, el cambio de propietario de empresas a manos de empresas Chinas o sus asociados.
Lo que se susurraba a voz baja, ahora se grita a los cuatro vientos; los chinos se preparan para tomar el mercado internacional de la miel – a la fuerza. Han saturado los mercados con sus mesclas que llaman miel, y están desmembrando las industrias internacionales en una aparente envestida de conquista por el poder. Lo dijimos al principio de este reporte, sin un buen precio de la miel, los apicultores no pueden continuar, sin apicultores no habrá suficientes abejas para polinizar, sin una polinización no puede haber buena producción de alimentos, sin producción de alimentos no existe la seguridad alimentaria y sin una seguridad alimentaria no puede existir la democracia de los pueblos. Parecería que el diseño de Imperialismo Rojo –Chino, se extiende de forma inteligente y rapaz, atacando los eslabones más importantes –y vulnerables de la producción pecuaria.
Nuestras normas de calidad e insistentes actualizaciones y capacitaciones que goza el gremio apícola nacional, han creado conciencia en el productor, y las malas prácticas anteriormente practicadas, ahora ya no son un factor común de producción. En México, la producción en su mayoría, se apega a las normativas de buenas prácticas de ley –pero no es así en todos lados, y mucho menos en las mieles y jarabes que compiten con nuestras mieles. Quiero repetir que en México, el 80% de lo que se vende como miel en los supermercados, tiendas de abarrote, mercados populares y en las carreteras; no es miel. En la mayoría de los casos es fructosa pintada y con sabor, mucha es fructosa con un poco de miel o penca de miel, y mucha otra, no sabemos que es, pero; no es miel. El mercado interno de nuestro país ha sido tomado por una mafia de la miel apócrifa, que domina y se beneficia de gran manera del engaño, pero también mata a la población poco a poco, porque las enfermedades que causan esas mesclas, en la mayoría de los casos son atendidas a costo de todos, con la utilización de las instituciones de salud popular. La miel pura si puede ser consumida por diabéticos que no tienen una enfermedad avanzada, la miel también es remedio para muchos males y enfermedades y cuando se engaña a la gente con jarabes –haciéndose parecer a miel; se atenta contra la vida de las personas que creyendo tomar medicina, toman veneno contra su salud.
Aparte de todo esto, estos engañadores usurpan un lugar que les corresponde a los verdaderos productores, a los que sudamos y trabajamos para que nuestras abejas laboren y produzcan miel. Al tomar nuestro mercado, lo malbaratan y nos roban la posibilidad de ganancias y la nación entera pierde polinización cuando el apicultor deja su oficio.
Otro de los enemigos de las mieles reales, son la extracción de mieles inmaduras, como lo es también el uso mesclas de polen y miel real en las fructosas para disfrazar la estafa –la miel real tiene partículas de polen y encimas biológicas, la fructosa no. La trazabilidad –forma de darle seguimiento a la “huella” de las mieles, se disfraza con agregar mieles con características específicas y propias a regiones, y de esa manera, jarabes sofisticados hechos de maíz, remolacha, caña o arroz, son “lavados” para aparentar proveniencia de zonas conocidas. Ningún tipo de documentación es confiable para garantizar si alguna miel proviene, o es, de orígenes ahí; en el documento estipulado. Ahora se le apuesta a tecnologías que, rápidamente son burladas por los falsificadores de mieles.
El azúcar tiene una producción pico en el mundo, y las bodegas se llenan del producto y se cree que se debe a la concientización de la población sobre el daño que causa el consumo de azúcar. La producción de azúcar se ha incrementado en India y Tailandia y se vende en los mercados internacionales en menos de 4 pesos por kilogramo. Es tanta la producción y tan baja la demanda, que los precios continuaran relativamente bajos por algunas temporadas más.
La abundancia de materia prima para “fabricar” o adulterar miel es mucha, y hoy en día, sin la tecnología en nuestras manos o las del consumidor para diferenciar entre miel pura y la basura que hacen pasar por miel, está creando un ambiente de desesperanza entre los exportadores y “dealers” de mieles reales – y pronto estará dictando una sentencia de muerte a la apicultura.
Una luz de esperanza….
Actualmente se está fortaleciendo las tecnologías que permitirán identificar mieles reales de las falsas. Existe una enorme preocupación en la industria apícola mundial por la envestida china sufrida por todos nosotros. Tanto acopiadores, laboratorios, apicultores y gobiernos, estamos preocupados, y durante el régimen que termina, el descuido por la apicultura y sus productos nos ha hecho vulnerables.
-ya es tiempo de actuar si queremos salvar la apicultura….
La Republica de China, a través de un sitio llamado Alibaba, ofrece la tecnología de la resina y forma de “limpiar” mieles jóvenes, húmedas, con antibióticos, etc., con el fin de poder llegar a los mercados de USA. Pero, ¿Qué es la tecnología de la resina?
Sin ser biólogo, químico, o médico, explico lo que un apicultor –yo, entiende sobre esta tecnología.
La tecnología de la resina levanto alarma en USA, cuando las agencias oficiales de gobierno anunciaban que la tecnología de la resina arrojaba productos, que no podían ser catalogados ni vendidos como miel.
Debido a que la tecnología de la resina ha permitido una inundación de mieles apócrifas y con ello, el derrumbe de los precios de la miel, son los productores, apicultores y exportadores de mieles reales quien está gravemente consternados porque su sobrevivencia está ya en camino a la destrucción.
La sobrevivencia de la industria apícola, es solo la punta del iceberg que esta por hundirse; sin una apicultura fuerte se pone en riesgo la producción agrícola, la seguridad nacional, la seguridad alimenticia, la sustentabilidad de los sistemas ecológicos, y la vida democrática están todos en grave peligro.
La tecnología de la resina es una tecnología que es legal y se usa para diferentes conceptos pero, para la miel, es toda una novedad. Hace 2 a 3 años que la tecnología se ofrece por los chinos, para todo aquel exportador o productor que quiera “lavar” su miel. La tecnología enmascara la trazabilidad o elimina la capacidad de rastrear la miel a sus orígenes, remueve todo polen, antibióticos y residuos. Remueve también los componentes químicos – minerales y vitaminas que le otorgan a la miel su color y aroma, permitiendo a mieles baratas y de baja calidad tornarse en mieles blancas y listas para la mezcla. Aunque la maquinaria y tecnología ha sido aprobada para la industria de los alimentos, la agencia reguladora FDA de USA, aclara que no se ha especificado o permitido su uso en las mieles y sus contaminantes y que el resultado de su uso sobre mieles, descalifica el producto final de poder clasificarse como lo que conocemos como miel, – el resultado de su uso, arroja un producto que ya no puede llamarse miel…
Se sospecha que ya en China, y ahora en la India, existen “fábricas de miel”, donde se “limpian” mieles sucias provenientes de medios ambiente de alta contaminación, mieles inmaduras que se tratan para quitarles la humedad, y donde es permitido el uso de antibióticos. Estas “fábricas de miel” le arrancan toda característica a las mieles, se mesclan con jarabes de azúcar, remolacha, arroz o maíz, y agregándoles mieles convencionales, le agregan color, sabor y polen para “otorgarle” trazabilidad o, forma de rastrearlas hacia un lugar de origen. En esta nueva industria de la miel, es irrelevante la existencia de la apicultura comercial…
El mundo entero y sus ecosistemas están en serios aprietos, y donde la apicultura parece estar sufriendo una terrible retrocesión y crisis, países como China, India y otros pareciera que producen más allá de los límites jamás ideados o soñados.
La apicultura sufre un derrumbe de precios orquestado por un país que tiene como objetivo dominar el mundo comercial y entre ellos; México. China, ha inventado un sistema de producción de “miel”, que si bien no cumple con características de miel, está inundando los mercados y derrotando a los apicultores de forma radical. La miel en los mercados internacionales ha aparecido en abundancia y se ha incrementado notablemente, mientras el número de colmenas disminuye o se mantiene estable bajo un margen de calentamiento global, bajas producciones, plagas y enfermedades de la colmena. La semilla genéricamente modificada y sus aliados los glifosatos y neocotinoides; dan guerra sin cuartel a nuestras abejas. Sin la apicultura sustentable, no existe la polinización, sin la polinización, no existe la producción de alimentos básicos, sin el abastecimiento de alimentos básicos y a buen precio, no existe la seguridad alimenticia ni de alimentación, sin la seguridad alimenticia; la democracia está en juego y estaremos a la merced de quien, sintiéndose dueños del mundo, y jugando a ser Dios, han revolcado el mercado internacional de la miel y están a punto de destruir toda una industria y con ello el mundo como lo conocemos dejara de ser.
Sin el incentivo económico, los apicultores desaparecerán, sin una buena provisión de colmenas, la agricultura y fruticultura no tendrá el efecto positivo de generar una alta producción.
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