Muy a menudo, en la apicultura, tenemos un problema que deriva del éxito del apicultor, proveniente de una buena postura, colmenas fuertes y áreas de pecoreo excelentes.

Cuando, en la mayoría de los casos, el apicultor usa el término “se taponeo el nido”, intenta decir que las abejas, sin más espacio para almacenar la miel, han utilizado el área de cría, que ya sea en una caja Jumbo, una, dos o tres cajas Langstrough, o un tronco viejo, para llenarlo de miel.

¿Y porque las abejas utilizan el área de cría para almacenar miel?

Son muchas las causas pero, en la mayoría de los casos es por falta de espacio para almacenar la miel o, como medida preventiva y proactiva de preparación para el invierno a través de la reducción del nido e incremento de reservas.

Primavera y el nido

La tendencia o instinto de las abejas en la primavera es expandir rápido su nido. Dentro de la tendencia o instinto por expandir el nido, se encierra una de las más básicas funciones de sobrevivencia de la colmena; la reproducción del súperorganismo llamado colmena. Cuando la colmena logra enjambrarse, el instinto indicara a que se reduzca el nido, y lo logran por medio de almacenar parte de las celdas del nido, con polen y miel en el momento de que nacen las abejas –esto es el “taponeo del nido”.

Típicamente, al momento de mayor población sostenible, la colmena inicia con llenar de néctar las celdas inmediatas a la cría, y el aro o arco de postura, inicia su aparición pero, con néctar inmediato a la cría que esta por emerger. Ahí es donde y como se detecta el taponeo del nido.

En un nido, las celdas, dadas las condiciones, nunca deben de estar vacías. Ya sea huevo, larva, néctar o polen, pero debe de tener algo. La expansión del nido se logra al aumentar la población y postura diaria, y esto, se logra con consumir miel y polen adyacente a la cría, y esto se logra, solo cuando la población así lo puede sostener.

¿Así? – o les hago unos chilaquiles.