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Aunque no he sufrido un huracán, si he sufrido vientos de más de 90 kilómetros por hora en mis apiarios. Lo más importante es entender que el viento acarrea las abejas al punto que no se pueden orientar y el peligro inminente de morir aplastadas o estrelladas contra superficies duras es por demás nombrarlo. Lo ideal es que no estén en vuelo tus abejas y que el viento no voltee o vierta cajones a la intemperie. A continuación te comparto lo que por lo mínimo, deberás de hacer.
UNO
Amarrar tus colmenas desde el piso, hasta la tapa, dos lazos en cada cara, pasando por la tapa y fondo, te evitaran que la tapa o que si caiga la colmena, las abejas vuelen en medio del fenómeno
DOS
Reduce la piquera al máximo pero, sin ahogarlas. Recuerda que las abejas respiran, y consumen oxígeno, pero, tenemos que evitar que los vientos y posiblemente el agua que los acompaña, entre con furia y destruya las larvas y huevecillos. Retira el reductor en cuanto pase el peligro. Si tus colmenas están muy pobladas, puedes utilizar una malla mosquitera para reducir y con ello, permitir la entrada de aire pero, limitado. Un rollito de tela puede funcionar limitando el tamaño de la piquera, al igual que un poco de tela pegada con clavos para que el viento no aflija tus abejas.
TRES
Si estas en el paso directo del huracán, baja tus colmenas de las laderas ya que una ladera o falda de cerro, tiende a elevar la velocidad con la que los vientos atacan y la forma de colocar las colmenas en piedras y superficies inclinadas, las hacen vulnerables. Bájalas a los valles pero, no a los lechos de los ríos porque las intensas lluvias pudieran desbordar ríos y arroyos y destruir con su paso tus abejas.
CUATRO
Los navíos, las estructuras y los arboles tienen una forma en común de protegerse de los grandes vientos; anclas. Un ancla puede ser un pedazo de madera, varilla, fierro, etc. Si puedes colocar tus colmenas arriba o debajo de dos maderos o tablas fuertes, después de haberlas amarrado individualmente, las debes de amarrar también al madero. El madero lo deberás amarrar a tus anclas, entre más tengas mejor. Si tus apiarios están en superficies arenosas, puedes escavar y enterrar un costal de arena y de ahí, amarrar. Este sistema funciona bien, y entre más profundo entierres el costal, más firmeza tendrá tu ancla. Puedes también poner tus colmenas en forma de una cruz y anclar todo. De esa forma, provees una superficie mínima de resistencia al viento y con un anclaje y apoyo estructural para recibir bastante viento.