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La industria apícola en el planeta entero, continua perdiendo grandes cantidades de colmenas anualmente y el acaro Varroa destructor, está tomando el primer lugar en la lista de culpables de esta tragedia.
Pero lo más desafortunado es que es la misma industria a la que se culpa por la epidemia de Varroa que existe en las colmenas. Son las practicas apícolas modernas las que han permitido o generado las condiciones propias para que el Varroa se extienda y conquiste el ámbito apícola sin control alguno.
La Sociedad de Entomología de América, a través de un estudio científico, ha determinado que el Varroa se ha adaptado a los sistemas modernos de apicultura y a las abejas modernas. El Varroa no es un acaro muy capaz de desplazarse con facilidad, pero ha aprendido a utilizar los momentos de alta densidad y congregación de las colmenas en las zonas de polinización para con ello, transmitir enfermedades infecciosas creando así, una combinación letal.
“Los apicultores necesitan aprender a tratar el Varroa y controlarlo como una peste migratoria” – dijo Gloria DeGrandi Hoffman, Ph.D. La científica Gloria DeGrandi Hoffman es la investigadora líder y encabeza las investigaciones que desarrolla el USDA Agricultural Research Services’s Carl Hayden Bee Reseach Center en Tucson AZ. En la naturaleza, las abejas nativas no son tan afectadas por el Varroa, porque la densidad de colmenas por hectárea es baja y la destrucción mínima. “Las colmenas tienen un método natural de controlar el Varroa: la enjambrazón, y en la apicultura moderna, prevenir la enjambrazón es siempre uno de los objetivos principales”
“En las colmenas nativas, las distancias entre colmena y colmena son óptimas para utilización de los recursos naturales y la enjambrazón se da de forma natural y con ello, el Varroa se mantiene controlado…” – dice DeGrandi Hoffman.
Los mismos científicos trataron 120 colmenas en dos grupos un tratamiento único en primavera y el segundo grupo, con dos tratamientos –primavera e invierno. Este experimento, no dejo nada de diferencia entre los dos grupos –la mitad de las colmenas se murieron. La razón fue simple; la forma que se dispersan y viaja el Varroa. El estudio confirmo que es con el pillaje y la prevención de enjambrazón que el Varroa se detona.
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