
Todo apicultor deberíamos de tener un calendario. En este calendario, se definen tiempos de cosecha, de floración, de abundancia o cadencia de néctar, polén, propóleos, épocas frías, calientes, templadas y mucho más. Cada caso o apicultor debe de tener un calendario que obedezca a las condiciones climáticas en las que se desempeña y ejerce su apicultura. Los microclimas son muy diversos, los sistemas y propósitos de producción también, pero al final de todo, debemos de entender el calendario apícola para poder hacer nuestro trabajo con mayor eficiencia.
La mayoría ya trabajamos con un calendario rudimentario, y muchas veces heredado y producto de las observaciones de nuestros ancestros y propias. Muchos son mentales y solo existentes en las memorias nuestras, pero todos deberíamos de dejar un legado a nuestros hijos del calendario un calendario que explica los porque y para que de nuestras actividades.
En mi calendario apícola, de estar tratando mis colmenas contra el varroa solo dos veces al año, ahora hemos cambiado la estrategia a no hacerlo metódicamente sino tratamientos de reacción que obedezcan a las pruebas que ahora, estaremos haciendo dos veces al mes. El varroa se ha convertido en una plaga agresiva que destruye colmenas propias y ajenas para luego emigrar, y desafortunadamente cosechamos varroa ajena de colmenas que son aniquiladas por falta de atención de los vecinos o de colmenas silvestres.
El combate contra el varroa, al igual que otras muchas enfermedades tiene que ser parte de tu rutina cotidiana, que inicia con pruebas que ahora estableceremos como parte de nuestra inspección que regularmente hacemos cada 10 o 15 días.
De equinoccios y solsticios
Para nosotros – apicultores especializados en la polinización y producción de abejas, nuestro calendario inicia en el equinoccio de otoño. Yo le doy mucha importancia a los solsticios y equinoccios, no por razones esotéricas, obscuras o enigmáticas, sino porque estos puntos astronómicos de tiempo, generan los cambios climáticos que detonan las estaciones y condiciones meteorológicas que generan las condiciones para una buena apicultura. En mi caso o calendario, el equinoccio de otoño – 22 o 23 de septiembre, indica el cambio de clima que ya no permite generar buenas reinas. Después de esta fecha, las plantas de cultivo inician un declive y desfloración, y las plantas naturales de los desiertos inician una floración agresiva y además, muy nutritiva para las abejas – pero ojo, la floración puede ser tan fuerte que las abejas, en su afán de cosechar toda la miel que pueden, llenaran todos los bastidores con miel, pero como esa miel no tiene una buena aceptación por ser amargosa y apestosa, esa miel no la cosechamos y es lo que dejamos de reserva invernal a las colmenas.
Curiosamente la rotación de la tierra y la diferencia de grados en relación con los ejes de la tierra entre solsticios y equinoccios es similar a los ángulos internos de la celda en una colmena. Con esto yo termino creyendo que todo, absolutamente todo está ligado y nuestros antepasados, al consultar las estrellas, los cambios del sol y la luna y basar todos sus actividades a los acontecimientos estelares, tendrían mucha de la razón. Allí el apicultor tiene decisiones que tomar, o permite un almacenamiento masivo de reservas invernales, o solo permitirá un porcentaje para incentivar con jarabe y substituto de polén (torta proteínica), y lograr mayor postura y población.
Si vamos a alimentar – en mi caso, tendremos que hacerlo antes de que la “Primavera austral”, otoño boreal llegue a su fin con el solsticio de invierno que llega el 21 de diciembre. La alimentación que damos entre el equinoccio de verano y solsticio de invierno, es mayormente asimilada y almacenada que la que damos después del solsticio de invierno. Las estaciones cambian en el sur del planeta, cuando acá en el norte es invierno (invierno boreal), en el sur, se da un verano (verano austral) que se debe a la inclinación de en la rotación de la tierra sobre sus ejes y la órbita sostenida ante el astro solar.
El equinoccio de primavera, indica el inicio de las actividades que permiten un crecimiento rápido, donde la tierra “despierta” del invierno, donde las floraciones se inician con potencia, y donde es tiempo – para nosotros, la temporada de crecimiento y aumentar los números de colmenas a través de creación de núcleos y divisiones.
Entre el equinoccio de primavera y solsticio de verano, las colmenas se desarrollan tremendamente – siempre y cuando tengamos la humedad que permita las floraciones. Aquí en esta temporada es cuando las colmenas silvestres se dan a la enjambrazón excesiva y ahí, también, nuestras colmenas tienen una tendencia a enjambrarse de no prestarles atención. Esa tendencia a la enjambrazón natural, se aprovecha para crear divisiones y núcleos que en esencia no son más que enjambrazones auto-afligidas o provocadas bajo control. Entre solsticio de verano y equinoccio de otoño, las colmenas se dedican y tienen la tendencia total a pecorear y almacenar.
El calendario apícola, deberá de contener lo más que puedas de información, pero de una forma sencilla y fácil de digerir.
Debido a que no puedo yo hablar de tus particulares necesidades, ni de tu zona, micro-zona, condiciones especiales tuyas, de tu área o colmenas o incluso; el objetivo de tu apicultura, solo hablare en términos generales que todos deberemos de adaptar a nuestro estilo, forma y lugar de trabajo.
Los rubros más importantes a catalogar e incluir en el calendario serán;
Floraciones y sus tiempos;
Tipo de floración, duración de esta, tipo de producción que arrojan, ya sean néctar, polén o propóleos. Tipos de miel que te producen, y fuerza de ella. Es bueno que al cosechar en los tiempos de floraciones, hagas un muestreo pequeño de las mieles que salen en las temporadas, para que junto con el calendario, tengas un record visible y palpable, del tipo de miel que se produce. Debes de considerar que las mieles que salen de una sola temporada o floración, son afectadas por muchos factores y cambian de características; saca muestras en unos frascos péquennos y a manera de exhibición, ponlas en una repisa para el deleite tuyo y además, de los amigos y clientes que te visitan.
Agua y temperatura
Es bueno que aprendas a asociar las condiciones climáticas con tus floraciones de una manera precisa, ya que las condiciones meteorológicas entran entre los factores más importantes que tu afectará tu producción. Además, con el paso del tiempo, podrás hacer diagramas de proyección productiva, con tan solo estas bases de datos y aprenderás a hacer deducciones educadas sobre la información acopiada.
Producción
Es necesario entender cuanto nos producen las colmenas y en qué zonas y tiempos. En ocasiones nos arraigamos en zonas que definitivamente no son productivas pero, debido a que todo el inventario lo tratamos como una unidad de producción, la información solo es promedios de todos los apiarios y no de un apiario y colmena a la vez.
Si eres o pretendes ser criador de reinas, es necesario que lleves un conteo estricto de cada producto que sacas de tus colmenas y de cual colmena sacas más o menos, para que así, por medio de un proceso de selección natural, puedas escoger lo mejor de lo mejor para su reproducción. Todos deberíamos de hacer nuestras propias reinas pero, la producción de buenas reinas, inicia con la sección del pie de cría que debe de salir de tus propias abejas, que en las condiciones tuyas, con tu estilo y manejo; te han dado buenos resultados. Esto solo se logra con una estricta observación e inventario de la producción y condiciones generales que demuestran las colmenas.
Tratamientos
Yo creía que se podían programar los tratamientos, pero la experiencia y la enorme pérdida de colmenas en este invierno 2017/2018 me indica que no. Los tratamientos no deberían de ser preventivos (como lo acostumbramos muchos de nosotros), deberían de ser más bien tratamientos de reacción a las condiciones. El varroa es el principal problema de la apicultura moderna – mi opinión, y debemos de iniciar tratamientos en más estrictos y escrupulosos porcentajes que lo que previamente se nos ha dicho. Ahora tus colmenas pueden estar sanas de varroa, y tener % menores al 3% o al 5% que es lo que recomiendan los estudios, pero ahora yo estaré probando cada 10 a 15 días mis apiarios, no porque se te pueda elevar la población de varroa dentro de la colmena por las condiciones internas; es por las condiciones ajenas y externas que me estoy preocupando.
Este año, llegamos al final de la cosecha con un promedio de 3% de varroa y en algunas, con un porcentaje menor al 0.027% o el equivalente a un varroa por cada 300 abejas. Pero, en tan solo 3 semanas el conteo se elevaba a más de 7 y en tres semanas más, muchas colmenas se perdieron. ¿Y qué pasó?, muchos apicultores no monitorean el porcentaje de varroa en sus colmenas y en el momento de que se colapsan, las abejas del barrio entero se lanzan a pillar el cadáver que, lleno de varroa, comparte no solo la miel en forma de pillaje con las colmenas sanas y las famosas “bombas de varroa”, contaminan a las colmenas sanas y las exterminan.
De los tratamientos, el del varroa es para mí el más importante y prevenible.
Cuidado de bastidores trabajados
Yo les llamo “trabajados” a los bastidores que ya sea de cámara de cría o de alza, tienen panales de cera listos para trabajarse. Estos panales o cuadros trabajados o bastidores de cera ya estirada, para mí, es el recurso más importante que necesario, ya sea para aprovechar la floración para néctar, o para hacer más colmenas.
Todos queremos, planeamos, trabajamos y pensamos llegar a la cosecha, pero pocos razonamos que después de las cosechas, nos es necesario proteger nuestros bastidores que nos darán una ventaja sobre los tiempos de producción.
Ya sea que uses productos o maniobras para la protección de tus bastidores, es necesario que programes no solo el tiempo que se lleva aplicar lo que tú haces para tu zona, sino también la preparación del lugar para lograrlo y todo eso, se va a tu calendario apícola.
Cosechas, envasado, compras y ventas.
Muchos de los apicultores, la clientela ha rebasado la producción y es necesario el comprar miel para satisfacer la demanda. No toda la miel se puede comprar barata en todos los tiempos, no toda se mantiene liquida y fácil para su manejo y no toda es propia transportarla en cualquier momento. Deberás de incluir en tu calendario, los momentos de las cosechas importantes de las mieles que tu vendes para así, estar al pendiente de hacer tus compras a tiempo y con buen precio. El envasado igual, no es lo mismo envasar líquido que se cristaliza en los envases, que tener que des-cristalizar barricas para después envasar y almacenar. Los que envasamos poco pero tenemos clientes todo el año, envasamos todo pero sin etiquetas para que así como se venda la miel, se vaya des-cristalizando lo poco que se venda una semana antes y pegar las etiquetas en el momento.
Ejemplo de un calendario sencillo
Por supuesto que esto es solo un calendario para que las actividades no se nos olviden. El conteo de varroa, tipo de tratamientos, la cosecha por colmena, o apiario, tipos de mieles y toda esa información puede almacenarse en un cuaderno de campo, pero así también este calendario mostrado, puede aplicarse a una sola colmena y apiario. Se pueden hacer notas sobre los más importantes puntos de información como referentes históricos de producción y manejo.
Sin el afán de hacer las cosas más complicadas que lo debe de ser, es necesario llevar un historial para una producción cada día más profesional y tecnificada.
La intención de este calendario apícola, es el facilitar una ayuda visual de cómo lo hacemos acá en nuestro pequeño negocio. Todos debemos de adaptar el calendario a nuestra forma, floraciones, microclimas, etc.