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Se escucha mucho los reportes de altos índices de mortandad de las colmenas en este invierno 2015/2016. Los reportes vienen principalmente donde los climas son extremos y palpablemente con estaciones definidas. En México, tenemos muchos climas y microclimas, y muchos gozan de eternas primaveras y floraciones continuas pero, no es así para el resto de nosotros. Se han reportado índices de mortandad que oscilan entre los 45% y ¡hasta el 85%!, dejando a estados como Chihuahua con una mortandad poco arriba del 50% y con un amargo sabor de boca para los apicultores arrojando teorías de epidemias y nuevas enfermedades. Algunas de las características que los productores que han reportado pérdidas son; La colmena se veía fuerte, poblada, y bien alimentada en el otoño. Se dejaron bien provistas de reserva y en las muertas, estas reservas en muchas de las ocasiones no se tocaron. Los nidos están en estos momentos en tamaños de una naranja o toronja. –demasiado pequeños como para garantizar buena producción. Algunos nidos abandonaron la pupa ya cerrada, dejando abejas moribundas o medio morir. Algunas abejas con la lengua de fuera pero, sin emerger. En algunos de los casos, las celdas están manchadas como de pequeñísimos cristales blancos en las paredes y fondo. Pero algo familiar en todo esto; no tenemos records de qué tipo de nivel de infestación de Varroa obtuvimos –si es que lo hicimos. Las colmenas parecen bien establecidas para pelear contra los retos del clima frio tal y como la falta de floración, las bajas temperaturas, los largos periodos sin vuelos de limpieza, etc y aun así, las colmenas parecen colapsarse. Si tus colmenas tienen este tipo de diagnóstico y precedente, es muy posible que se nos hayan muerto –sí, ¡me incluyo en las pérdidas de casi un 40%!, es posible que sea por causa de virus que atacan cuando el Varroa está presente y dominante. Se nos hace imposible ver una colmena gigante desaparecer antes que las pequeñas, pero ¿Por qué? El Varroa se desarrolla en la pupa cerrada y las colmenas que fueron más exitosas y productivas en términos de población, son las mejores criadoras de Varroa cuando el acaro no lo llevamos a un control al final del verano. Si tus colmenas las inspeccionas visualmente –al igual que yo, y no llevas un estricto control de porcentajes de población de Varroa en proporción a la población – lo mismo que yo, entonces estamos dejando la puerta abierta para que los virus asociados con los altos índices de infestación de ácaros representen. Los núcleos y colmenas que son formadas al final del verano, y aun aquellas que se enjambran, no tienen el mismo nivel de infestación de Varroa que las colmenas fuertes y esto, nos deja atónitos y sintiendo como que estamos chupando una paleta observando el fin del mundo. Si, las colmenas fuertes con un nivel de Varroa inaceptable, se convierten en bombas de Varroa que truenan en cualquier momento. Al contrario de los núcleos y colmenas de nueva formación, e incluso las que se enjambran, estas, pasaran por un periodo sin postura, y una interrupción natural del ciclo natural de reproducción del Varroa, ya que sin celdas operculadas, las hembras Varroa no tienen postura ni forma de incrementar sus números. La razón que encontramos alimento en las colmenas moribundas o muertas, es simple; no teníamos suficientes abejas o abejas sanas para que consumieran el almacén que fue adquirido para poblaciones grandes y sanas durante el invierno. Las colmenas cuando se infestan de Varroa, llega a tal grado su nivel de infestación de enfermedades causadas por los virus, que llegan a abandonar el nido aun en medio del invierno dejando así, grandes cantidades de miel y pan de abeja almacenados. Cuando una colmena es dejada con altos índices de Varroa al final del verano, el Varroa causa enfermedades que evitaran que la colmena llegue a la primavera bien poblada o aún más; que llegue enferma y muriendo. Cuando una colmena muere de hambre o frio por falta de una Buena y densa poblacion, las abejas muertas las podemos encontrar adentro de los cajones. Si mueren de hambre, las encuentras con la cabeza adentro de las celdas y con la lengua de fuera, si de frio, las encuentras hechas hielo en una bola en el piso o entre los bastidores. Usualmente una colmena muerta o moribunda, es objeto de pillaje por parte de las fuertes y con ello, aparte de llevarse la miel a través del pillaje, son perfectos conductos y transporte para el Varroa que acabo con las muertas. El Varroa deja unos cristales en las paredes de las celdas que no son nada más que los cristales al disecarse los desechos del animal –son los restos de la pipi y pupu. El Varroa no es posible monitorearse con la vista simplemente; se tiene que hacer la prueba con métodos probados y convincentes y tratar, cuando los porcentajes son altos –así nomas. Si eres puritano y no te gusta matar abejas, debes de utilizar el método de azúcar glas para el monitoreo de Varroa, si quieres un método más eficaz y científico, has un conteo en un lavado de alcohol porque solo así, tendrás datos exactos. Todos vamos aprendiendo a convivir con el terrible animal, y este año me he prometido, monitorear y tratar contra el Varroa mis apiarios, de una forma metódica y precisa como forma de tratar de evitar tanta perdida. Si confías en tu vista y lo que observas, una colmena fuerte al final del verano no te permitirá ver el nivel de infestación y es posible que sean las primeras que se nos mueran. Confía solo en tus pruebas, no hagas caso omiso al consejo y has todo lo posible por mantener tus colmenas vivas. Ante las pérdidas propongo; No te desesperes, aprende de tus errores. El equipo, bastidores y miel, es rescatable si se trató de Varroa. Después de un corto periodo de tiempo, los bastidores quedan libres de Varroa y los podrás utilizar para hacer incrementos rápidos. Es más fácil hacer núcleos y divisiones, si tienes bastidores con miel, pan de abeja y perfectamente trabajados y es por ello que debes de cuidar el equipo que dejaron tus perdidas.