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El Varroa, invade todas las abejas sin importar casta, tanto obreras, reina y zángano serán atacados, pero en cuanto se refiere a la reproducción, prefiere las celdas del zángano 11.6 veces más, que la de la obrera.
Lo que lo atrae a las celdas del zángano, no es un aroma en particular, sino la formación o forma protuberante que sobresale más que las de las obreras. Esto se comprobó con llenar celdas de obrera ligeramente con cera derretida al fondo, para ocasionar que se construyeran las celdas más largas y esas celdas más largas, a pesar de tener larva de obreras, fueron inmediatamente atacadas por la hembra Varroa.
La hembra Varroa, invade las celdas de las obreras, de 15 a 20 horas antes de que las celdas sean operculadas, y las celdas de los zánganos, serán invadidas entre las 40 y 50 horas antes de ser operculadas.
El Varroa recién nacido, y que nace como paracito adentro de las celdas de las abejas, al momento de emerger la abeja de su celda, prefiere saltar y parasitar a las abejas nodrizas, que a las recién nacidas.
La selección de victimas para paracitarlas, es guiada por olores y no por apoyo visual, ya que distinguen las diferentes etapas en las abejas por las feromonas que estas emiten o dejan de emitir, para seleccionar si víctima. Prefieren las abejas nodrizas y las abejas adultas, antes de iniciarse en el arte del pecoreo.
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