
La apicultura se desarrolló de una manera rudimentaria, pero; destructiva para la colmena. Cuando se sacaba, cosechaba, o como se le quiera llamar, la miel, esto, se lograba solo con la destrucción de los panales de miel, y muchas veces destruyendo la colonia entera para tan solo recolectar la miel. Fueron muchos los métodos que se utilizaron, pero es a los Griegos y recientemente a los Judíos de la época, que se les ha descubierto un sistema de barras altas, donde, tal y como se practica en nuestra época, la colmena añadía y formaba sus pencas en las barras, y esto, facilitaba la recolección de miel, reproducción de las abejas, y menor destrucción. Los equipos que se utilizaban, reflejaban el tipo de elementos naturales que existían localmente. Recordemos que el transporte es costoso, y en esas épocas, era mucho más, haciendo todos los productos importados, extremadamente costos. Se dieron colmenas de barro, de adobe, de troncos huecos, de paja, de paja recubierta con estiércol , de barro, de madera labrada, en fin, los api-colegas ancestrales fueron maestros forzados a adaptarse a las formas, el medio ambiente y los recursos naturales disponibles en sus espacios de tiempo y geográficos. Fue en 1850 que la apicultura cambio para siempre; el Reverendo L.L. Langstroth, después de sufrir toda su vida con la depresión, no falto api-amigo que le recomendara un api-remedio para la depre. Le dijo que la apicultura era un pasatiempo relajante y bueno para el espíritu. El Reverendo L.L. Langstroth inicio con sus abejas, dejo atrás la condenada y desagradable depre, y se puso a chambear. Fue ahí, en manos de una persona observadora y con una mente analista, que descubrió lo que hoy en día nos gobierna para ejercer nuestro oficio; “bee space”, El “bee space” es básicamente la regla de 1/4”-3/8” o, en palabras más comunes o lingo de barrio; es el espacio que las abejas respetan y autorizan en la arquitectura de sus colmenas. Si es más de 3/8”, las abejas construirán cera, le instalaran huevecillos o miel o algo, si es menos de 1/4”, lo llenaran de propóleos. Fue esa observación, que permitió que el Reverendo L.L. Langstroth, inventara lo que hoy es conocido como el “Bastidor Removible” o básicamente lo que era una pena con marco que podía ser sacada de la colmena, y regresarse sin disturbarla o destruirla en su orden natural. Hoy se nos hace sencillo, pero la humanidad tardo siglos para llegar a este descubrimiento y cambiar la api-historia. Sin la invención de la colmena Langstroth, la apicultura moderna no pudiera ser lo que es, la reproducción de colmenas a través de producción de núcleos, la recolección de miel sin destrucción de los panales de cera, el manipuleo de pupa, larva, reservas y mas no sería posible como lo es hoy, y sobre todo; el transporte de las colmenas y sus componentes y comercialización de estos sería imposible en la escala de estos tiempos.