Muy a menudo me preguntan de qué forma es que yo trato mi equipo y la verdad, es que tengo todo tipo de acabados, pinturas, no pinturas, ceras, parafina, barniz, y todo tipo de acabado imaginable y lo peor –me arrepiento de ello.
Hace tiempo construí mucho de mi equipo, y mucho lo compre usado, de alguna manera aprendí que el arte de la carpintería es mejor dejárselo a quien se dedica totalmente a ello, que por volumen, eficiencia o simple práctica, son capaces de producir a menor costo que yo. Pero hablemos de los acabados…
Para entender los acabados, que funciona y que no, entendamos que primero, existen normas para la producción de miel organica certificada, y la certificable, a miel para exportación y la de consumo nacional que hablan y especifican del tipo de pinturas y acabados que tendrás que utilizar para cumplir con esas normas. Tomando en cuenta que mi escrito solo es para explicar lo que yo considero el método perfecto para conservar equipo, entonces, partamos de ahí sin más…
La madera es materia organica que se atrofia con el tiempo y los efectos de los elementos sobre ella. El nivel de deterioro, tiene que ver en muchos detalles, entre ellos la calidad de la madera, el tipo de madera, la forma que se procesa la madera, la zona donde tienes tus equipos, la humedad, los cambios extremos, los no muy extremos pero de humedad constante, de sequía fuerte, de heladas, de vientos fuertes que transportan arena, insectos, hongos, bacterias, roedores, en fin… La longevidad o durabilidad de tu equipo depende de muchos factores y la mayoría están fuera de tu control, pero agregar la protección contra los elementos, algo que resguarde y condicione tu equipo para sostenerse en buen estado, eso sí depende de ti.
Conociendo características universales de la madera
La madera es como un ser viviente; respira, se mueve, reacciona y es elástica. Las fibras de celulosa, que cuando la madera estaba viva transportaba nutrientes, se comportan como un manojo de popotes que de no sellarse, sigue transportando o permitiendo la entrada de diferentes elementos que eventualmente corrompen la estructura de la misma. La densidad de la madera, varía mucho y depende del tipo de especie que se utiliza y los rangos oscilan entre los 300 kg/m3 a 1200 kg/m3. Pero la mayoría de las maderas utilizadas en la elaboración de equipo apícola, debe de estar entre los rangos de 600 a 700 kilogramos por metro cubico –ya seca. El peso de la madera por metro cubico, se mide en promedio y no en piezas individuales, ya que la madera que se ubica en los círculos exteriores, mas pegados a la corteza, es más nueva y más porosa y por consecuencia más liviana. La madera es en un 50% carbono y en un 42% oxigeno, tiene un 6% de hidrogeno y otros elementos.
El compuesto principal de la madera es la celulosa –más o menos la mitad, la otra mitad la componen dos compuestos que agregan protección, dureza, cohesión, y otros que agregan aromas, aceites y grasas entre muchas otras substancias que la componen. La celulosa forma lo que pudiéramos decir, es el esqueleto de la madera y es estable aun cuando se le quita la humedad. El contenido de celulosa varía mucho entre una madera y en la mayoría de los casos, la celulosa no es una fuente de alimento para animales puesto que no es fácil de digerir. Las maderas albergan bacterias y hongos que con el aumento de humedad, son los que descomponen principalmente las maderas muertas y reciclan recursos en los bosques y selvas.
Las maderas duras son generalmente producto de árboles de crecimiento lento, son densas y por consecuencia pesadas y por consecuencia más durables. Las maderas blandas son producto de árboles de crecimiento rápido y suelen ser muy ligeras y poco duraderas si no se tratan con algún tipo de acabado que las haga resistentes. La madera de Pino es una de las más abundantes en el país y es la madera más utilizada para la elaboración de equipos para apicultura y pertenece a la categoría de maderas blandas. El pino para poder ser utilizado y que se conserve estable, debe de pasar por el proceso de secado. Se puede secar de forma natural, donde se apila separado de la tierra, con huecos para facilitar la circulación del aire, se protege de la lluvia y el sol y este secado es tardado. En los desflemados o secados artificiales, tenemos el secado por medio de calor controlado, aire forzado, al vacío, y al vapor.
Aunque la madera que se utiliza para la fabricación de equipos apícolas en su mayoría se elaboran con maderas secas, existe un nivel de humedad relativa en el medio ambiente que cambia de acuerdo a las zonas y debido a esto, la madera siempre se moverá y no existe nada que tu puedas hacer para cambiar su movimiento constante detonado por las condiciones atmosféricas. Las maderas aserradas en dirección de los aros de celulosa, en algunas ocasiones logran contener aros nuevos y viejos en la misma tabla, y debido a que la madera exterior es más liviana a la interior, la humedad que absorben y pierden constantemente en el medio ambiente, hace que la madera se haga curva o se tuerza. La madera que mejor se comporta es la que se corta con técnica de “quarter sawn” o de corte vertical al grano que se encoje y expande mucho menos que la que de corte horizontal al grano.
Los acabados
No importa cual acabado le pongas a tu madera, eventualmente el movimiento romperá la membrana aplicada y la humedad entrara porque la madera está en constante movimiento y con ello, rompe los tratamientos rígidos que nos dan las pinturas. Existen pinturas elásticas como las que se aplican en los techos, pero no se han aplicado en los equipos apícolas de forma cotidiana hasta el momento.
¿Por qué el hervir equipos en parafina y colofonia?
La parafina es un derivado de los hidrocarburos y en esencia, una alternativa a la cera natural, y la colofonia es una resina natural que sale de los arboles coníferos.
La mescla de parafina y la colofonia es solamente una imitación burda y barata de lo que las abejas hacen con eficiencia con todos los equipos; propólizan toda superficie para desinfectar. El baño del equipo en la mescla, desinfecta, protege y alarga la vida de los equipos.
La colofonia tiene un largo historial de usos domésticos e industriales, pero fue su utilización en la elaboración del papel donde actúa como impermeabilizante contra la humedad del medio ambiente y con ello, trae estabilidad a los papeles. Se puede bañar los equipos únicamente, pero el hervirlo por un periodo de tiempo específico y con un control de temperatura, hacen del equipo, material que no necesitara pintura por muchos años.
Advertencia; la colofonia es en sí, un propóleo, una resina emanada de las plantas que tiene muchos beneficios para el ser humano, pero también los árboles, al producirla, lo hacen con la intención de crear una barrera contra insectos, bacterias, microbios, en fin, agentes extraños y malignos contra los árboles. No conozco de estudios que digan que el uso de la colofonia sea benigno ni maligno para tratar cajones, pero la cautela debe de implantarse al usarlo, porque sin lugar a dudas, para los árboles, es en función; un insecticida, que ya sea por repeler o envenenar, no deja de cumplir con la función de insecticida natural.
La colofonia es utilizada también en la elaboración de barniz, en las farmacias, en los instrumentos musicales, y hasta en las películas; el ámbar que tenía un insecto en el bastón del viejito de Jurasic Park, ese era un pedazo de colofón petrificado.
Paraffin wax dipping is also used to disinfect hive parts from an American Foul Brood virus infected hive. Items need to be dipped for 10 minutes at a minimum temperature range of 150 – 160 Celsius.
Resumiendo, la parafina o si quieres, la cera, mesclada con la colofonia, actúan como un remplazo o son un barniz de propóleo para los acabados del equipo. Si hierves tu equipo en esta mescla desinfectas las partes más internas y sellas la madera, evitando que la mayoría de la humedad entre y deteriore la madera. Con la humedad, la madera se convierte en alimento fácil de hongos, bacteria, microbios y un sinnúmero de microorganismos que viven dentro y se alimentan de la madera.
El proceso
Mesclas dos porciones de cera o parafina, con una de colofón. -Dos a una.
La mescla se calienta en un tanque donde puedas tratar tanto equipo como tú quieras, pero la mayoría de los tanques que yo he visto, son para meter dos cámaras de cría tipo Langstrogh y adentro de las dos, otra caja. Se hierve a una temperatura de 110 a 122 grados centígrados por una duración de 10 minutos. No debes de elevar la temperatura más alta porque corres riesgos de una combustión instantánea, que hierva la mescla y se derrame, y tener en tus manos un enorme problema. Debes de colocar tu tanque para hervir equipos, a una distancia prudente de tu taller o vivienda, y sin material que se pueda quemar en caso de un accidente. Es también necesario tener a la mano, un extinguidor para cualquier problema que se pueda suscitar.
¿Qué sucede a la madera al hervir en el colofonia y parafina?
La madera siempre tendrá una cantidad de humedad, que aunque fue desflemada o propiamente secada, la humedad del medio ambiente, la que existe en el aire, se introduce en la madera aun con la mayoría de las pinturas. Al hervir la madera o equipos en el colofón y parafina, logramos que poco a poco el agua hierva y se desplace fuera de la madera en forma de vapor, y como todo gas se expande con el calor, dentro de la madera quedan las fibras de la celulosa libres de agua, y al momento que la madera llega a los 110 a 122 grados centígrados y es retirada del tanque, se crea una presión negativa –succión, que “jala” los remanentes del colofonia y parafina, y sella las fibras internas de la celulosa haciendo casi impermeable la madera. Si en el momento de sacar los cajones del tanque inicias a darle una mano de pintura, la presión negativa o succión, permitirá que esa pintura se meta dentro de la madera, en las mismas fibras que la componen y la durabilidad de tu acabado se eleva por un factor de 8. El hervir el material de la forma recomendada es suficiente y yo tengo tapas y fondos que fueron hervidos hace más de 20 años y aún están en uso y sospecho que lo estarán por otros 20 años fácilmente. No los he pintado ni pienso pintarlos nunca. Tienen la apariencia de que están aceitados pero nada más. Ahora lamento no haber hervido todo mi equipo hace 20 años, porque ahora que tengo que volver a pintar mis cajas, no sería necesario si las hubiera tratado de la forma que te comparto.
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