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La población
La población de la colmena es aleatoria y dependiente a la temporada, condiciones climáticas, biología, genetica, microclimas, el presidente de México, Quike Peña Nieto- y por qué no mencionarlo, si le echamos la culpa de todo… y mucho más.
Dependiendo de la zona y clima, las abejas responden a la incentivación artificial o natural que se les provee. En el momento de iniciar el flujo de néctar y polen, las abejas responden con incrementar la postura de forma inmediata para aprovechar el evento. Así también, el apicultor conocedor y educado, inicia a incentivar la postura y con ello, busca incrementar la futura población con alimentación artificial y de forma artificial con semanas de anticipación, con el fin de aprovechar el néctar en forma de almacenaje de miel. El nido y su tamaño invernal, depende mucho de la clase de abejas que sean y las condiciones climáticas. Cada raza de abejas tiene diferente forma de respuesta al medio ambiente, y manifiesta características diferentes que, hacen de la apicultura un reto, por las desiguales formas de reaccionar de las abejas. Por ejemplo, las abejas italianas conservan nidos grandes en el invierno, mismos que consumen altas cantidades de recursos, sin embargo, las abejas carniolas, mas adaptadas a los climas fríos, no requieren de altas poblaciones para sobrevivir el invierno y por ende, no necesitan mucho alimento. La abeja italiana incrementa sus números de una forma pautada y despacio, en cambio, la carniola reacciona con grandes y rápido crecimiento del nido. Las especies de abejas han modificado sus genéticas para responder a las condiciones climáticas donde se desarrollaron. El apicultor debe de aprender a escoger entre las clases de abejas, según las características que se adapten a su estilo de trabajo y necesidades.
La población de las abejas danza en la tabla fina del balance entre la mortandad diaria, y el nacimiento de nuevas abejas. Durante la primavera, la tendencia es incrementar de forma rápida para aprovechar el año productivo, durante el otoño, reducen la postura para bajar la cantidad de abejas en el invierno y ahorrar recursos. La carniola responde más rápida y eficientemente a las fluctuaciones u oscilaciones de los flujos de néctar y polen, las italianas parecen mantener una población alta y sobrellevar los cambios bruscos de flujo de néctar. Una colmena inicia la primavera con un promedio de 20 mil abejas, llega al verano con 45 mil abejas y llega al otoño hasta con 70 mil y posiblemente hasta 120 mil. Las abejas casi siempre producen obreras, pero los zánganos y reinas, solamente cuando abundan los recursos o falla una reina. Los zánganos son sacrificados en cuanto se acaba el flujo de néctar de otoño.
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