Muchas veces me rio cuando, al definir los roles y funciones, se dice; “vive como reina”, y eso se utiliza como connotación de vivir cómodamente, vivir ordenando a los demás para que hagan su trabajo, vivir holgadamente o vivir como lo hacían los aristócratas o millonarios. La verdad es que vivir como reina dentro de una colmena, es vivir como esclava, sin descanso ni gloria, vivir atada y acosada por tus propias hijas que cuando por alguna razón fallas, ellas tienen como tarea matarte. Me imagino que durante una reunión familiar de miles de miembros, nos enteráramos yo y mis 60 000 hermanas que mi madre ya no puede comer 180 kilos de comida diaria y su pie o mano está cansado, y en ese instante, por esa razón; la matamos o iniciamos a remplazarla por inepta. Así de cruel es la vida dentro de las colmenas y mucho más, porque aparte de mantener una población fuerte, ella tiene la tarea de segregar feromonas que permiten, ordenan y limitan muchas de las actividades en las colmenas. Ella no ejerce sus músculos de las alas, puesto que solo en ocasiones especiales volara; el momento de aparearse con múltiples zánganos, y en el caso de enjambrarse. Es por eso que tiene las alas más cortas que las demás (no necesita volar mucho), y tiene el abdomen alargado (necesita tener los órganos reproductivos mucho muy grandes). La reina, básicamente es una fábrica de huevos, dependiendo de la clase y raza de reina que es, el tiempo y estación climática, la reina pondrá entre 1000 y 2000 huevos diarios.

Las reinas solo ponen dos tipos de huevos; huevos de zángano o de obrera. Ella tiene la capacidad de decidir si integrar esperma a un huevo –de donde salen las obreras, o sin esperma - que es de donde salen los zánganos. Los zánganos son hijos de su madre únicamente porque llevan el diseño genético solo de la madre, y las obreras llevan la información genética tanto de la línea genealógica de la madre, pero también del padre.

Cuando una reina es creada adentro de las colmenas, los huevecillos y larva que la formaran son completamente indistinguibles a los de una obrera, y no es sino hasta el tercer día en su estado de larva, que se distingue o hace la diferencia; la reina y obrera reciben jalea real en los primeros tres días, pero será la reina la única que recibirá jalea real para terminar su formación. La alimentación de jalea real es lo que hace diferente a reina, sin ella; simplemente no se desarrollaba como tal. Una reina, a diferencia de la abeja obrera, se desarrollara en un periodo de 16 días a partir de la postura. La larva sale del huevo al tercer día, por 5 o 6 días se desarrollara en su celda con el alimento que le llevan sus hermanas las abejas nodrizas, y después de esto, la celda es cerrada o como dicen los sabios, “operculada” para permanecer ahí y llevar a cabo el milagro de la metamorfosis o transformación de larva a reina. Esto se logra con otros 7 días más.

Mucho se dice y se habla del zángano, e incluso se sugiere y combate por ser - de acuerdo a la información y creencia que tenemos de herencia; solo un ser que consume mucha miel y debemos de evitarlo y no hay nada más fuera de la realidad. La presencia de zánganos en una colmena, significa que existen los recursos necesarios y la salud nutricional para mantenerlos –deben ser un motivo de diagnóstico instantáneo para el apicultor. El zángano nace de un huevo no fecundo, recibe al igual que la reina y obreras jalea real durante tres días y después pan de abeja al igual que las obreras. Después de ser depositado el huevecillo del zángano, emerge a los tres días, se lleva de 5 a 6 días como larva y en su etapa de metamorfosis 15 a 16 que arroja un total de 24 días. Su roll principal es aportar la genética a través de la fecundación de la reina.