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La abeja Carniola viene de Europa y ha sido una de las subespecies que más aceptación ha tenido en la apicultura en el continente americano. Proviene de las zonas frías de Eslovenia, Austria, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Hungría y Bulgaria. Las razones que justifican el tener abeja A. m. cárnica, son muchas según el apicultor que las trabaja.
Primero que todo, es una abeja que detona su crecimiento con el menor de los incentivos; hace grandes y maravillosos nidos en un corto periodo de tiempo para tomar ventaja de las floraciones primaverales de temprana aparición. La segunda gran ventaja de la abeja Carniola, es su docilidad extrema. La abeja Carniola real, la que no está diluida o erróneamente se vende como carniola pero que tiene lo de carniola lo que los políticos tienen de honestos, esa carniola pura es puro amor… La carniola es tan dócil, que se puede trabajar con la mínima de las protecciones y casi sin el auxilio del humo. La carniola tiene una explosiva forma de responder a los incentivos que la naturaleza les da, construye mucha cera dada las condiciones, y no es tan predispuesta al pillaje como lo es la italiana…
¡Ahh chihuahuas; como necesitamos políticos de raza Cárnica pura…!
La carniola, debido a que el ir a tomar lo ajeno no se les da mucho, (ojo, aprendan ratas del erario), no aprenden a visitar cadáveres de colmenas muertas. Las abejas italianas, al ser propensas al pillaje (ojo, aprendan lidercillos chafas de la apicultura, que ni aportan ni dan nada, y colgados de lo que alguien más hiso, ahora se dedican a vivir de los demás en el nombre del bienestar del apicultor. Tengan un poco de imaginación y hagan las cosas bien.) – ¡caramba! –recordé a algunos seres malignos de mi pasado que aún no se quieren ir…
Bien, ¿en qué iba?
Caracoles… me hierve el hígado de pensar que ahora están llevando “enseñanza y capacitación” que, se supone será para prevenir o combatir el PEC y el Varroa, pero en realidad, es una artimaña barata de ocasión y trueque de mercaderes rapases que venden “La pócima perfecta”, la bala de plata que mata y resucita, y enriquece a los pocos.
Carambas… me estiro, respiro y continúo…
La carniola al no ser tan propensa al pillaje, se mantienen más sanas por el simple hecho de que no se contaminan con las causas que pudieran haber matado a las otras colmenas que débiles o muertas dejaron o expusieron sus recursos al mejor rata.
Lo malo…
La carniola debe de ser perfectamente muy bien atendida por el apicultor, porque su fortaleza de crecimiento, las hace mucho muy propensas a enjambrarse como medida a sobrepoblación que son capaces de producir. Es en el enjambrazón de las altas poblaciones, que el apicultor no muy experimentado, encontrara señales que lo sorprenderán en la producción y se quedara chupando un dedo sentado sobre una piedra. Es común que las abejas carnionas presenten muy buena postura y grandes poblaciones al inicio de la floración, el apicultor, creyendo que tiene las condiciones óptimas para la producción –buena floración, buena cantidad de abejas y buena sanidad, se despreocupa y avizora la buena cosecha. Pero al llegar al apiario después de haber colocado alzas y ya casi deleitándose en la cosecha, encuentra que la población se redujo o se mantuvo, y no ve cosecha por ningún lado. La razón es que la carniola al ver las condiciones perfectas, se le detona el instinto de enjambrarse de una forma increíblemente rápida y con ello, se enjambran en el momento preciso que la cosecha debería de ser trabajada. El apicultor inexperto llega y ve mucha población todavía, pero no tiene la capacidad de ver que son abejas jóvenes, nodrizas que se quedan por no poder seguir a las enjambradas y consumen lo que se quedó y como son nodrizas, no tienen aún rutina de pecoreo que es lo que el apicultor necesita para una excelente cosecha.
Muy a menudo veo y escucho como muchos apicultores aseguran a simple vista, el poder distinguir entre una italiana, Carniola o MM, y en la mayoría de los casos, al cuestionarlos el porqué de su evaluación tan rápida, dicen; el color. Primero que todo, la diferencia entre la abeja Carniola y la italiana, es casi idéntica pero, tienen características anatómicas diferentes y no es necesariamente el color. La italiana tiene el abdomen más largo y regordete, la carniola tiene abdomen y torso casi del mismo tamaño. La italiana es “peluda” al nacer, y es por su “larga melena”, que aprendemos a distinguir entre abejas viejas y jóvenes, pero en la carniola, esta condición no se da igual porque la carniola es de poco pelo –como yo. Pero una de las más grandes diferencias, es su capacidad de pecorear floraciones tempranas que las italianas no pueden pecorear porque las flores “esconden” el néctar muy adentro de su estructura. La carniola, goza de una lengua muy larga, tan larga, que tan solo la abeja negra europea o MM tiene y que con ella, pueden pecorear floraciones que otras simplemente por tener la lengua corta; no pueden. La abeja Carniola es también conocida como la abeja gris, porque sus colores pueden ser iguales o similares a la italiana, pero pardos y poco brillantes. –Hijitos míos, no viváis engañados y alejaos de todo apicultor perverso y maligno, que solo busca tu dinero y que vestido de abeja, esconderá sus instintos de cruza de zángano y Varroa para vivir colgado de tu trabajo… ¡No os dejéis engañar!, educaos y cuando alguien con rapidez te diga; he ahí va una carniola o allá va una italiana, no le creáis – ¡no seas burro cabezón carambas! Escudriñar mis enseñanzas antes de que venga el hijo del hombre maligno y con manos con olor a miel ajena os quiera devorar con sus ignorantes palabrerías y teorías espurias y viles. No todos los burros son tan burros y tú; aprende a simplemente no ser burro.
En resumen, para la apicultura moderna, la abeja carniola puede ser de gran beneficio, pero siempre y cuando sea llevada en manos de un diligente apicultor experto.