No soy muy afecto a la teoría de la evolución de las especies, ni tampoco soy admirador del rukito que lo propuso; Charles Darwin. Pero, de sus barbas blancas salieron una frase, que para la lección de hoy, daremos honor a sus evolucionados labios, y para haberse creído pariente de King Kong, no estuvo nada mal. Dijo; “El panal de la abeja, hasta donde podemos ver; es absolutamente perfecto en la economía de cera y trabajo”, en otras palabras, no existe en la naturaleza, algo mas sofisticado que pueda resistir el peso, fuerzas y cargas , utilizando la menor cantidad de materiales, y un sofisticado sistema para su estructura. La penca, que formada de celdas individuales, hace de su forma, la perfecta incubadora que puede utilizar a su máximo, la capacidad de carga, transferencia térmica, medio de comunicación y aislante térmico. Como puedo yo creer en la teoría de la evolución al ver y analizar esto? Pero, como puedo yo probar que existe una Deidad? Desde el punto de vista Apicola; Las abejitas, sus formas, su comportamiento, estructura social, utilización tan sofisticada de recursos y habilidad para hacer todo lo que hacen, prueban la existencia de una mente superior a la mía. Y si creyera lo contrario, y aceptara lo que dice el viejillo “Carlos el barbas de Chivo” –así le decía Don Aurelio -mi abuelo a Charly Darwin porque se conocieron en su juventud, entonces tendría que aceptar la teoría del atole en el pantano. Y que es esto del atole en el pantano? Dicen los ponentes de la evolución de las especies, que en un momento, en las condiciones optimas, en medio de un charco de agua, se juntaron todos los elementos necesarios, y se ensamblo solita la primera forma de vida, y de ahí, en el atole ese, evoluciono hasta que un pes le salieron algo así como patas, y de ahí, evoluciono hasta llegar al chango, y del chango, provienen todos ellos. Si, digo ellos porque yo no vengo de ese caldo, ni mi abuelo se comió esas bananas; yo fui creado a la imagen y semejanza de un ser divino, así lo creo, y así lo sostengo. El nido de la abeja cuenta con cuatro tipos de celda en sus pencas; la celda real, la celda de las obreras, la celda de los zánganos, y las celdas de transición. La celda real, también conocida como capullo, o cacahuate, esta formada verticalmente o de tal manera que podemos decir que “cuelga” de alguna parte. En las celdas de las obreras y de los zánganos, las celdas están orientadas horizontalmente, o de tal manera que un panal que cuelga o esta pegado a alguna pared y techo, las pencas tendrán, en la mayoría de los casos, celdas por ambos lados, y una celda de un lado, debido a su formación geométrica, compartirá en su pared del fondo, la que une las dos caras de una penca, compartirá su fondo con tres celdas de la otra cara. Esto, y muchas cosas mas, hace de las pencas, una maravilla estructural. La celda de transición, es la celda que las abejas utilizan para reparar, pegar, enmendar, completar o terminar alguna penca. Estas celdas pueden ser diferentes, y de variadas medidas. Las celdas tienen 6 lados o, como se dice propiamente; son hexagonales en su figura geométrica. Una de las mas grandes controversias que ha existido en la apicultura moderna, es la utilización de cera estampada para la apicultura. Unos fabricantes de los rodillos o estampas que le dan forma a las hojas de cera lisa, iniciaron a construir sus diseños, siguiendo la orientación de las celda hexagonal, con dos de sus caras, obedeciendo o siguiendo el horizonte; la celda horizontal. En esta, la celda tiene un techo plano y piso plano, y sus paredes de los costados, están formadas por dos partes cada una. Y otros, decían que la celda, debería de tener las paredes planas, y el techo y piso de dos piezas. El consenso general termino con que la celda debería de estar construida con un pico hacia arriba y abajo, y las paredes planas. La verdad, es que en la naturaleza se encuentran ambas formas, y ya con el paso de el tiempo y el uso, la celda terminara siendo redonda en su parte interior, y la estructura en general de la penca, la geometría hexagonal permitirá una gran fuerza y capacidad de carga, al aumentarse con el tiempo, los propóleos y otras cosas que se quedaran adheridas a sus paredes. Los científicos que se dedican a estudiar y diseñar estructuras, están de acuerdo, que no existen formas mas eficientes o mas bellas que una penca y sus celdas. Nada utiliza el espacio y materiales, de una manera tan eficiente como esta. En la apicultura moderna, la utilización de la cera estampada en un método aceptado, y aceptable. Fue en 1857 que el apicultor alemán J. Mehring, fue el primero en fabricar una prensa estampadora para darle forma a las hojas de cera. En 1875, A.I. Root, creo los rodillos que aun se utilizan en estos días. La cera estampada es construida al gusto de su fabricante, y de el apicultor. Lo mas recomendable, es la utilización de alambre para evitar su destrucción en el proceso de extracción se miel. Las medidas de las celdas siempre han sido, y continuaran siendo una polémica. Al principio se creía, que entre mas grande la celda fuera, las abejas que nacieran en ellas, estarían mas grandes; y asi fue. Pero, en realidad no tenia ninguna conveniencia alterar el tamaño, y los argumentos sin bases ganaron y por mucho tiempo, las celdas llegaron a construirse 6.0mm de diámetro, cuando inicialmente fueron de 5.0mm. Hoy en dia, las ponencias mas fuertes tienden a la regresión de la celda a sus medidas naturales, y un énfasis en la celda de 5.1mm, ha cobrado mucho énfasis. La utilización de los bastidores sin cera estampada, y permitiendo que las abejas utilicen lo que su genérica les dicte y pida, es para mi, la forma mas natural de mantener a nuestros insectos en bienestar. Además, un ahorro en la cartera del apicolega.