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Muy a menudo, me hacen la pregunta sobre lo que yo creo de alimentar abejas con azúcar, fructosa, alta fructosa, azúcar invertida, azúcar de desecho, panela, piloncillo, etc.
Mi respuesta es; yo solo alimento jarabe de azúcar si lo necesitan. Dejo bastante miel para el invierno, alimento jarabe y torta como incentivo principalmente cuando no es natural, ni tiempos naturales, ni climas naturales para generar más población para cumplir con mis metas en mi tipo de apicultura. Mis métodos, no son propios ni convenientes para todo tipo de apicultura puesto que, la apicultura y sus métodos dependen del estilo, zona, propósito e intensidad productiva del apicultor, y no de la abeja. Las abejas, por si solas, contienen suficiente información heredada para sobrevivir sin ti, sin tu alimentación ni intervención, pero si quieres hacer de tu apicultura una actividad productiva y lucrativa, necesitas diferentes conceptos de los cuales necesitaras fundar tus esfuerzos; siendo la alimentación y nutrición de la colmena, una de las columnas de donde está fundada la apicultura moderna.
Mi preferencia por alimentar con el jarabe de azúcar, tiene más que ver con el hecho que el azúcar se encuentra en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier cantidad. Todo lo demás, es mucho más trabajo para mí conseguir pero, también tengo problemas con algunos de estos jarabes que el apicultor moderno, utiliza para alimentar abejas.
Esta serie de escritos está diseñada para solo informar, no para que tú tomes la decisión de alguien más y alimentes de acuerdo a lo que se te dice; tu estilo de alimentación debe de ser de forma educada, con bases y bastante información.
Primero que todo, hablemos del monstruo en la sala; El HFCS; “High Fructose Corn Syrup- comúnmente conocido de varias formas en nuestros países de habla hispana, tales como “Almíbar de Maíz Alto en Fructosa”, “Jarabe de Maíz alto en Fructosa”, “Sirape Glucosa/Fructosa, y otras más.
El HFCS, tiene claras ventajas sobre el jarabe de azúcar, y es utilizado en muchísimos alimentos que consumimos diariamente. La mayoría de los refrescos están hechos con este producto, las comidas en almíbar también, el cátsup de tus papitas fritas lo contiene, las gomitas que te gustan tanto, pan de caja, cereales, yogur, sopas, pasteles, whisky, y muchos pero muchos alimentos más.
El HFCS es el producto de un proceso que utilizando una enzima llamada Xilosa Isomerasa o Glucosa Isomerasa, convierte la glucosa en fructosa. Es a través de la degradación de almidones en un proceso a alta temperatura, y en su mayoría provenientes de maíz. Proviene principalmente del maíz, no porque sea mejor, sino porque en USA, los productores de maíz representan una fuerza descomunal en ese país y para estabilizar el precio del maíz y garantizar bienestar a todo el “Grain Belt” o cinturón de grano, que abarca una gran porción de lo que fueran las grandes praderas de Norte América, el maíz se ha industrializado de tal manera, que se ha convertido en parte del combustible que mueve los vehículos de esa nación, es el endulzante que se encuentra en la mayoría de los alimentos y sobre todo; es el combustible producido en casa. El maíz es más que alimento, es una garantía que permite no depender tanto del petróleo importado, el azúcar y mucho más.
USA dependía del azúcar producido en Cuba, con el HFCS, esta dependencia termino. USA dependía en gran forma de los carbohidratos importados pero, con el Etanol producido con el almidón del maíz, se garantizó la alternativa que permitía dejar el dinero en casa. Con el HFCS, se creó toda una industria que tarde que temprano, terminaría en los comedores de nuestras abejas….
El proceso para fabricar el HFCS o jarabe de maíz de alta fructosa, utiliza una gran cantidad de enzimas biológicas para convertir los almidones en glucosa y con más almidones, en fructosa y al agregarle glucosas, se convierte en nuestro famoso endulzante.
Para los humanos, la fructosa es más dulce que la glucosa o sacarosa y por lo tanto, entre más fructosa tenemos en los alimentos que consumimos, menos azúcar se necesita para endulzar nuestros refrescos y alimentos que consumimos. La decisión de utilizar la fructosa de maíz es puramente basada en economía porque es lo más barato que existe y más estable de precio. ¿Pero, es buena para la salud de nuestras abejas?
Para las abejas, el endulzante preferido es la sacarosa. La alimentación de abejas con HFCS es más barata que con azúcar, crea menos pillaje, pero la sobrevivencia de las colmenas es mucho menor con la alimentación con jarabe de maíz de alta fructosa. (BARKER, 1977; BARKER and LEHNER, 1974 c, d).
La fructosa es llamada muchas veces; “azúcar de uva”, por existir en las uvas en grandes cantidades. Aunque el jugo de uva es toxico para las abejas, la fructosa que estas contienen no lo es. (FEO et al., 1957), RADOEV (1971)
Durante pruebas efectuadas en USA con diferentes jarabes dados a las abejas, se encontró que a las abejas que estando cautivas, se alimentaron con jarabe de uva, pronto desarrollaron disentería, diarrea o pansa enferma, no era nosema, simplemente era una enfermedad grave de la barriga. Muchas veces nosotros mismos al alimentar jarabes contaminados, sin importar de que sean sino como fueron tratados y hechos, en lugar de alimentar; matamos por descuido. Luego vemos señales de diarrea y pronto queremos culpar al nosema u otras cosas, sin admitir que somos nosotros quien causamos la mayoría de los males en nuestras colmenas.
Otra de las pruebas efectuadas, nos dice que la sobrevivencia de las abejas durante el invierno o cuando no tienen más que comer que lo que se les da, las abejas sobreviven mejor con el jarabe de azúcar o sacarosa y el margen fue grande al utilizarse esto. Alimentar con HFCS y Miel, fue equivalentemente equitativo con respecto a la fructosa.
Cuando se trató de la producción de cera, producción de miel, incremento de población, no hubo diferencias entre la miel, sacarosa, y el jarabe de maíz de alta fructosa. . (FEO et al., 1957), RADOEV (1971) (BARKER, 1977; BARKER and LEHNER, 1974 c, d).
Pero no todo es dulce….
Un equipo de entomólogos de la Universidad de Illinois ha encontrado que existe un posible enlace entre alimentar las abejas con FHCS y el CCD, o colapso de las colmenas…Un equipo de entomólogos de la Universidad de Illinois ha encontrado que existe un posible enlace entre alimentar las abejas con FHCS y el CCD, o colapso de las colmenas alrededor del mundo. Este equipo integrado principalmente por eruditos que estudian el CCD o colapso de las colmenas, lleva varias líneas de investigación, pero entre ellas, se ha encontrado evidencia que sugiere un enlace entre la utilización del HFCS o jarabe de maíz de alta fructosa, y la desaparición de las abejas. La fructosa se ha utilizado desde los años 70, pero existen nuevas evidencias que sugieren que la resistencia acumulada de las abejas al ser expuestas a los agroquímicos está siendo comprometida. Los investigadores no sugieren que el HFCS sea toxico para las abejas, más bien, sus investigaciones indican que, los apicultores que utilizan el HFCS tienden a cosechar hasta la última gota de miel, dejando a las abejas que se alimenten única y exclusivamente de HFCS por largos periodos de tiempo, y con ello, las abejas no están siendo expuestas a otros químicos que se encuentran en la miel y que les ayudan a combatir toxinas que se encuentran en los pesticidas. Existen enzimas que ayudan o fortalecen el sistema inmunológico de las abejas, y permite el desarrollo de genes que detonan la desintoxicación. La miel y principalmente el polen acumulado en la miel y pan de abeja, y aun los propóleos, contienen enzimas que permiten una desintoxicación y fortalecimiento del sistema inmunológico de las abejas que les permite a las abejas, poder resistir y desintoxicarse de la abundancia de químicos y patógenos que existen en este mundo moderno.
El HFCS no es toxico pero, no contiene los ingredientes necesarios para una buena nutrición. Debemos de entender que para nosotros, una pequeña cantidad de meses, en las colmenas, significa que pasaran generaciones enteras de población, que se alimentara con comida chatarra, o buena nutrición que solo proveen los alimentos naturales que son la miel, el pan de abeja, y en otra categoría; los beneficios que generan los propóleos en las colmenas. Son generaciones enteras de individuos que crecen con deficiencias alimenticias y que solo se podrá corregir, si el apicultor aprende a dejarles alimentos naturales –miel, y la alimentación artificial es solo suplementaria y no primaria como lo es el caso en la mayoría de la apicultura.
Fructosa Regular vs Jarabe de maíz de alta fructosa
La fructosa como ya lo hemos dicho, es un ingrediente natural, encontrado naturalmente en la naturaleza en alimentos no procesados como lo es el caso del jugo de uva. Pero, el HFCS o jarabe de maíz de alta fructosa, nunca será encontrado en la naturaleza puesto que es 100% un componente e invento del hombre. Lo podremos encontrar desde los alimentos de los bebes, hasta los alimentos que se les da a los ancianos, pero jamás se encontrara de forma natural en ningún alimento natural no procesado. Las altas temperaturas que se utilizan en el proceso, los largos periodos de tiempo, las grandes cantidades de enzimas y otros químicos para generar el HFCS, han permitido que el “Center of Science in the Public Interest”, y otros grupos especializados en la alimentación de la población, hayan declarado el HFCS como un componente químico que no puede catalogarse como natural ni alimento, puesto que sus cadenas químicas han sido quebradas y reconstruidas a través de agresivos procesos de manufactura. Como el gobierno ve más allá de los intereses alimenticios, y se contemplan más los beneficios económicos, de dependencia a los hidrocarburos, alternativas a las azucares de caña o betabel y otros aspectos previamente discutidos, el HFCS estará con nosotros por mucho tiempo y no necesariamente aportando más que calorías vacías a la población entera.
Es conocido que una dieta llena de HFCS, causa daño a nuestro hígado, levanta los niveles de triglicéridos y crea una resistencia a la insulina, en otras palabras, la dieta nuestra, llena de refrescos y endulzantes artificiales, nos está matando y de seguro, mata también tus abejas. En un estudio realizado en el año 2007, se encontró que los refrescos endulzados con HFCS, dañan los tejidos y promueven el diabetes pero, la fructosa encontrada en las frutas naturales, no causa daño alguno al ser humano.
100 gramos o lo que equivale a 5.25 cucharadas de HFCS tienen 281 calorías, 76 gramos de carbohidratos, O fibra, 0 lípidos, 0 proteínas, y muy pocas vitaminas. 5 cucharadas de HFCS es el promedio de “Miel Caro” que le ponemos a nuestros deliciosos pancakes del desayuno…
Un poco de historia…
El endulzante HFCS, fue producido por la planta procesadora de maíz “Clinton Corn Processing Company” en sociedad con el instituto de investigación que descubrió la enzima que se utiliza en la fabricación de este.
Aunque las campanas de mercadotecnia nos invitan a utilizar el HFCS por ser similar o igual al azúcar de caña, también por ser como “azúcar liquida”, más barata y fácil de agregar a nuestra dieta, los estudios internacionales dicen que es altamente dañina al ser humano.
En la apicultura el HFCS es un riesgo puesto que si se llega a elevar la temperatura a 45 grados centígrados, se transforma en veneno para las abejas.
El HFCS es 24% agua, el resto es principalmente fructosa y glucosa.
Los variantes son;
HFCS42 contiene 42% de fructosa cuando se deshidrata. Se utiliza en bebidas, comidas procesadas, cereales, y productos horneados.
HFCS55 se utiliza principalmente en los refrescos.
HFCS65 se utiliza en las fuentes de sodas.
HFCS casi no tiene usos excepto para mezclarse con el HFCS42 para fabricar el HFCS55Azúcar de mesa
En la mayoría de los casos y de los libros y lecciones de letrados y eruditos, se dice que la mejor tipo de fuente de carbohidratos que se debe de dar a las abejas; es el azúcar refinada. Pero nadie nos dice el porqué.
En mi caso, no fue hasta que el MVZ Rogelio Sánchez, famoso y el único nutriólogo de abejas que yo conozco me lo dijera; “el azúcar refinada no tiene fibras Aurelio, o muy pocas, las abejas no son rumiantes y no están capacitadas para digerir fibras, lo hacen; pero no están aptas para hacerlo…” Las azucares con las que alimentamos de Carbohidratos nuestras abejas, deben de parecer lo más cercano posible a los néctares que obtienen de las flores. Las flores, en sus secreciones, obtienen nada más que la forma de atraer a los polinizadores, que buscando su dulce, se llegan a la flor, y esta, recibe o aporta los ingredientes para fecundarse o fecundar otras plantas. El néctar no contiene fibras puesto que las fibras, se obtienen o generan de cadenas de células que vivas o muertas, han sido o son parte de un sistema vegetal que está diseñado con capacidad estructural o de trasporte de sabia o ambos.
Las abejas necesitan carbohidratos y proteínas para una propia alimentación; no requieren de fibras puesto que no son rumiantes. Si alimentas únicamente azúcar, solo aportas carbohidratos y con ello, una deficiente alimentación. Se debe de utilizar únicamente como incentivo para incrementar la población o postura o como alimento de emergencia. Nunca debemos de retirar toda la miel de nuestras colmenas para suplantarla con néctar de azúcar u otro carbohidrato. Las abejas en su función de pecoreadoras, obtienen sacarosa en forma de néctar, y a través de una conversión química dentro de sus barrigas con enzimas propias y existentes en las flores, convierten la sacarosa en fructosa y glucosa que son los dos azucares más importantes que componen la miel.
OJO; que una colmena tenga miel almacenada, no significa que va a detonar el crecimiento cuando nosotros queramos, lo harán, cuando las condiciones naturales les digan que ya es tiempo.
Definamos la apicultura que se predica desde este pulpito de cera y miel por su Abad; la apicultura es pues, la ganadería apícola que tiene como objetivo el obtener ganancias del ganado apícola que tenemos.
Como ganaderos, estamos para ganar. Y para ganar, tenemos que invertir, y para invertir, tenemos que saber cómo. El alimentar es una forma de ganar con nuestra inversión, y si catalogamos la inversión, se pudiera decir que es a corto y mediano plazo, con tazas flotantes y reactivas a las condiciones climáticas y de oferta de néctares. Se alimenta para simular o estimular artificialmente con el fin de detonar poblaciones grandes ANTES del flujo de néctar, con el fin de aprovechar al máximo, la cosecha. También se alimenta cuando negligentemente hacemos núcleos o divisiones, fuera de la época del flujo natural, y para hacerlas crecer, tenemos que alimentar para simular el estado natural de cuando una colmena se divide o multiplica, y porque no hemos dejado bastante alimento natural para lograrlo. El alimentar con jarabe de azúcar fuera de temporada de flujo de néctar natural, incentivará tus colmenas, pero si lo haces solo por hacerlo, lograras obtener grandes poblaciones cuando no tienen nada que comer naturalmente y en ese momento; o alimentas más, o las dejas morir de hambre. Con la alimentación fuera de tiempo, fácilmente matamos muchas colmenas y es el error más grave de la novatada. El efecto de la enzima llamada Invertasa
En la primavera temprana, es común la mortandad de abejas por falta de alimentos de reserva. Un manejo proactivo y eficaz, debe de prevenir esto. El néctar es excretado en la base de las flores, las abejas lo colectan de ahí y en ese momento, es fructosa y dextrosa/glucosa con un alto contenido de agua; 83% / 17%. También contiene minerales, vitaminas, substancias aromáticas, pigmentos, nitrógenos compuestos, ácidos naturales, y algunas otras substancias en pequeñas cantidades. Este néctar, rico en agua, inicia su transformación de néctar a miel, desde el momento que la abeja “chupa” el néctar y lo deposita en su estómago o saco melero, ahí, un milagro ocurre - el néctar es mezclado con una enzima que nuestro amado insecto produce e introduce al acarrear el néctar a la colmena; la enzima llamada invertasa es incorporada en el néctar. La invertasa convierte los altos niveles de glucosa en el néctar, en una solución de levulosa y dextrosa que, a través de una acción de aleteo dentro de las celdas y colmena, las abejas secan o extraen el agua, para terminar con un contenido óptimo de 13% al 18% de agua, y el resto de sólidos.
¿Pero, cual azúcar damos a nuestras abejas?
De las azucares o endulzantes comercialmente disponibles tenemos; azúcar bronca, azúcar refinada, azúcar morena, azúcar orgánica, azúcar de tercera o desperdicio de ingenios, azúcar, azúcar, ¡azúcar! Caramba, como me acuerdo de Celia Cruz…
La pregunta muy de este tiempo de muchos apicultores es; si el precio de la miel es bajo como en este momento, ¿podemos alimentar miel?
Alimentando miel
La respuesta es sí, pero no…, pero ¿porque? Simple, una cosa es dejarle a las colmenas su miel y que ellas tengan esa reserva de miel y con ello, adentro de la mezcla de miel, existan enzimas, enfermedades, bacterias y demás changos a las que ellas, como colmena son inmunes o resistentes, más tú, sacándole la miel a todas tus colmenas –muchas, hagas un enorme caldo de mieles y sus changos, y lo regreses y posiblemente mates tus abejas puesto que sí, ya están acostumbradas, resistentes, inmunes y adaptadas a sus propios changos, y no, es posible que no reaccionen bien con la mezcla de changos que le darás puesto que en ese caldo, agregaras todo patógeno malo en cada colmena y que algunas son resistentes a ello y otras no. Solo es una recomendación; tú has de la vida alimentaria de tus abejas –una changada si gustas… A propósito, la loque, nosema, cría de cal, etc., así es como se transmiten, pero nosotros al consumir miel, no nos pasa nada con esas bacterias y enfermedades que afectan a las abejas, pero a ellas sí. Algunos efectos negativos de alimentar con miel son; si alimentas con azúcar, simulas un flujo de néctar y con ello detonas que el nido se expanda, si alimentas con miel, el efecto solo es de almacenar porque la miel es un producto ya terminado que no ínsita más que a reservarlo. Cuando alimentas miel, detonas un instinto de preservación con agresión y actitud defensiva en las colmenas, puesto que también se detona un pillaje colectivo al alimentar con miel, cuando no hay néctar ni alimentos. La miel vieja o que ha sido expuesta al calor continuo o excesivo, se convierte en veneno para las abejas.
Alimentando azúcar orgánica
Primero que todo; el costo de la miel orgánica es mucho más elevado que la azúcar blanca de mesa. Si tú eres un apicultor “nice” –dale lo que tu bolsillo y tus vecinos quieran que les des, si eres de la prole, miserable vulgo apis corpus proletariado como yo, ahorrar unos centavos es imperativo y consideraras ahorrarte una lana.
El azúcar orgánica tiene un 99.5% de sacarosa y un contenido de 0.20% de ceniza, el azúcar blanca de mesa tiene 99.85 de sacarosa y un contenido de 0.03% de ceniza. Aunque para mi proletaria panza de burro que tengo hoy en día esa diferencia es diminuta y casi nula, en las abejas no lo es. Recuerda que nuestros insectos son en extremo delicados, y si puedes echar a volar tu imaginación, imagínate un magnate ingles del siglo XVIII, que con pipa y guante come delicadamente un chícharo. Sin lugar a dudas es que nuestras abejas son delicaditas las condenadas, pero nosotros insistimos en darles tacos en lugar de viandas aptas para ellas.
La diferencia diminuta de carbón, causara problemas estomacales y con ello, tu sufrirás su desprecio y materia orgánica reflejada sobre tu rostro en forma amarillosa, liquida y de mal aspecto y ¡sabor! … ¡Azúcar! –esa Celia Cruz la traigo en la mente…Azúcar Blanca
De inicio digamos que no me refiero a Madona o a una dona mañanera con cafecito de ese que aún no he tomado y que tanta falta le hace a mi organismo, porque soy adicto; ¡si, lo confieso!, y me pregunto, ¿Quién eres tú para juzgarme?... Ujum, hulum, jum, ¡ajua!... y perdón por ventilar mis ansiedades y sus causas…
Regresemos al azúcar blanco. “El asesino blanco”, “La muerte dulce”, y tantas cosas que se dicen del azúcar y que muchas son ciertas y muchas otras quien sabe; lo cierto es que todo en exceso es malo- aun lo bueno. La azúcar blanca es sin lugar a dudas la mejor forma de alimentar nuestras abejas para incentivar o de emergencia puesto que, si se siguen reglas básicas, el azúcar no causara problemas o riesgos de enfermedades en las abejas. Es un suplemento seguro.
Azúcar morena
La azúcar morena, es una azúcar que no está del todo refinada o no se le ha quitado el piloncillo. El piloncillo acá en el norte, es el producto final y de desecho, de cuando se fabrica el azúcar. De este piloncillo se hace un endulzante que se usa para hacer pan, capirotada, dulces, y otras cosas. Es obscuro y fuerte de sabor pero malo para las abejas por haber sido sometido a temperaturas altas sostenidas y con ello, se transforman substancias buenas, en malas. La azúcar morena contiene mucho de este piloncillo y por eso no es apta para el consumo de las abejas.
Piloncillo
No es bueno para alimentar abejas.
Azúcar barrida
Esta es el azúcar que se derrama fuera de los contenedores, que sale de los costales rotos, que se raspa de las calderas de fabricantes de azúcar o ingenios, o de fábricas de dulces. El problema con este tipo de azúcar, es su procedencia incierta, no sabes de donde sale, que se le agrega, como se trató, si tiene excremento de roedores o cucarachas, aceites de maquinaria, tinturas y aditivos que suelen ser tóxicos para las abejas, en fin… La regla es; si tu estas dispuesto a comerlo o es apto para el consumo humano, entonces es apto para que tú lo alimentes a tus abejas.
Azúcar en la miel
El alimentar sin precauciones o con maña, puede arrojar mieles contaminadas con azúcar. Afortunadamente las empresas que compran miel, ya tienen forma de identificar cuando una miel está contaminada con azúcar o fructosa y cada día esa práctica desleal y mala es menor.
Conclusión
La estrategia de utilizar la alimentación suplementaria de jarabe de azúcar, es una buena forma de manejo, siempre y cuando se haga de forma sanitaria, con estrategia solida de propósito, con fines de productividad y aprovechamiento de flujos de néctar, incrementar población con fines específicos y predeterminados y otras circunstancias benéficas para el apicultor. El azúcar mal empleado, puede fermentarse y causar enfermedades y hasta la muerte en tus abejas haciendo de la alimentación con jarabe de azúcar; el arma de dos filos que te ayudara tremendamente en la batalla, o te aniquilara antes de que llegues a las trincheras.
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