Las reinas adquieren su hermosa y esbelta figura, pero no necesariamente en resemblanza a la genética de su abuela o a su madre, quienes habiendo sido caderonas y zancudas de enorme tórax; les haya pasado como herencia de abolengo. En una reina fecundada, los ovarios ocupan la mayoría de la cavidad abdominal y eso se relaciona a la cantidad de veces que se fecundaron. En palabras y explicación del barrio te diría que; “la reina, entre más promiscua y “sueltita” sea será más grande”.
Yo sé que muchos de los apicultores –perdón, los ganaderos de especies marinas de aguas profundas y además voladoras, quisieran solo ver una mujer, y para no perder tiempo o llenarse de desilusión durante un largo cortejo, y con solo una mirada enterarse si ellas “han conocido” (conocer bíblico; conocido –de forma intima, de forma muy directa y de manos a la obra) que tan solo mirarlas sería suficiente para saber si han o no sido vertiginosamente promiscuas. En las reinas si se puede saber si son bien fecundadas debido a que la fisionomía de la abeja reina es diferente si está bien apareada.
“Los ovarios en las reinas vírgenes son morfológicamente diferentes y más pequeños que en una reina fértil y en postura...” “Los ovarios en una reina en postura son hasta 8 veces más grandes que en las abejas vírgenes” “Durante el invierno, las reinas dejan la postura casi por completo o de forma completa”
“Las abejas reina, por las primeras dos o una semana de sus vidas, tendrán la consigna de elevarse en vuelo y aparearse con cuanto “pelao” se encuentren. “En la mayoría de los casos, las reinas se fecundan a distancias considerables lejos de sus propias áreas de congregación creados en sus mismos apiarios para evitar consanguineidad” (Tarpy D.R., Nielsen D.I., 2002), (Tarpy D.R., Nielsen R., Nielsen D.I. 2004),(Schlüns H., Moritz R.F.A., Neumann P., Kryger P., Koeniger G. 2005)
“Las reinas si creen en la poligamia y se aparean con un porcentaje de 12 a 14 zánganos en el transcurso de unos cuantos días. La poligamia de la reina garantiza; que la reina sea bien recibida en la colmena, que no la rechacen tan fácilmente, estabiliza la colmena, mejora la comunicación entre los individuos, reduce la incidencia a las enfermedades. Todos estos factores positivamente afectan el crecimiento y la sobrevivencia de la colmena.” (Tarpy D.R., vanEngelsdorp D., Pettis J.S. 2013)
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