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"Sobre lo que es y no es; aun que es…"
Muy recientemente, he estado leyendo las propuestas de lo que se debe de hacer, y lo que no se hace. Pero, como yo he practicado casi todo tipo de apicultura, me siento con el derecho de opinar. He practicado la apicultura Vudú; donde quieres que los muertos resuciten La apicultura Ninel Conde; de apariencia pero sin cerebro La apicultura de Político; de pura lengua y nada de acción La apicultura bipolar; cuando cambias de decisión constantemente y sin razón La apicultura en fin, tiene muchas formas, y estilos, pero tenemos que definir a partir de lo que dice el diccionario; “La apicultura es la actividad dedicada a la crianza de abejas y prestarles los cuidados necesarios con el objetivo de obtener y consumir sus productos que son capaces de elaborar y recolectar.” Cuando yo inicie con mis animalitos, me tomaba el tiempo que duraron los faraones en la construcción de las pirámides de Egipto; solo para inspeccionar. No me gustaba que ni una sola muriera, por que se me apagaba la luz del dia cada vez que esto pasaba. Yo entiendo con claridad a los que se apasionan con la apicultura, y entiendo cuando el trabajo de alguien que se dedica a ello de tiempo completo, se les hace aterrador. Pero, si el apicultor se dedicara a cuidar una por una de las abejas en cada colmena, solo tendría tiempo para unas cuantas. Según la definición nosotros estamos para cuidar de ellas pero con el objetivo de obtener lo que nos dan. Pero, para esto, necesitamos ver a las colmenas como el conjunto de muchos miles de animalitos individuales que juntos; forman un solo organismo; el súper—organismo llamado colonia de abejas. Es un ser que consiste de muchos seres, es una entidad, que se forma de muchos individuos, y no podemos mas que verlo como uno solo y enterarnos que la salud completa de la colmena y la obtención de sus productos, es por definición; ser un buen apicultor. Si quieres amar, llamarles por su nombre, pintarles los labios, hacerles vestiditos y fiestas, y además, no tomar los productos que ellas nos pueden dar, entonces por definición; eres algo así como una madre Teresa Apicola. No justifico un maltrato, pero es lo mismo que tratarlas con absoluta ignorancia. No creo en la apicultura natural; la apicultura no tiene nada de natural por el contenido de su descripción, Nada es natural cuando mantienes animalitos en un lugar artificial, en un lugar que no es de su elección, y les invades continuamente con tus químicos, humo, mal aliento y verrugas en la nariz. No propongo que un sistema es mejor que otro; el sistema que es perfecto, es el que a ti te funciona.
Me preocupa creer que alguien argumenta hasta el punto de insistir que su ponencia es la única con validez. No te equivoques, el sistema perfecto para las abejas, esta allá en un cerro, adentro de árbol, sin tu intervención o impuestos sobre la renta.
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