Primera parte –de muchas.

INTRODUCCION: La cultura de la apicultura como tal, debe de tener una fundación básica de una serie de conocimientos que, el apicultor, ya sea aficionado, medio tiempo –semi-profesional o tiempo completo – profesional debe de dominar. A menudo nos encontramos con apicultores exitosos, que carecen de conocimientos básicos que, si bien no pudieran necesitarlos por ser exitosos económicamente, los nuevos retos de la apicultura moderna, el léxico y manera de comunicar información y conocimiento, y la necesidad de capacitación continua, todo ello; reta al apicultor moderno a entender una serie de capítulos informativos que, yo, como Rector de la Universidad del Alto Conocimiento Apícola Irreverente y Contumaz, tengo la obligación de transmitir. Te reto a que sigas esta nueva serie de manuscritos que tienen como única intención, el de homogenizar lenguaje utilizado, tanto de técnicas, tiempos, procedimientos y prácticas de la apicultura.

I.- Biología básica de las colmenas

El nido

Nuestra querida Apis Melifera, es un insecto que vive, se reproduce y multiplica, hace su vida todo dentro de cavidades que, después de haber sido entendidas por el hombre, se tuvo la capacidad de reproducir las condiciones naturales y adaptadas, se convirtieran en los sistemas que hoy conocemos y tenemos a nuestra disposición y de ellos, el Sistema Langstroth es el más conocido en el mundo. Los sistemas artificiales, al igual que las cavidades naturales, siempre cuentan con cinco características;

Construyen el nido en lugares obscuros y protegidos.

Siempre tienen entradas restringidas o pequeñas en relación al nido. (casi siempre)

Sus celdas hexagonales y estructuras basadas en esa figura geométrica son la base de todo, que juntas, hacen un panal que junto a otros, hacen el nido siempre respetando lo que conocemos como “el espacio de las abejas”.

La colmena se separa en partes funcionales de utilidad explicita; el nido al centro en forma de esfera, la comida arriba y a los lados.

Las abejas prefieren los huecos en los arboles por naturaleza. Optan por construir en partes altas pero, se anidan dónde pueden. Por experiencia propia puedo decir que, los nidos silvestres de las abejas dóciles se dan en partes altas, y las africanizadas tienen tendencia por construir en partes bajas o hasta en cuevas.

Los nidos de las abejas, entre más obscuros sean, serán mas productoras de cera porque las glandulas de la cera, se incentivan con los lugares cerrados y obscuros.

Las abejas ejercen democracia al buscar nidos para establecerse. Las abejas envían abejas exploradoras para que busquen lugares adecuados donde buscan un determinado volumen (40 litros), pero puede ser desde 20 a 100 litros. Las abejas africanizadas prefieren cavidades más pequeñas que las europeas y viajan a más grandes distancias en busca de nuevos hogares. Las europeas cuando se enjambran, se enjambran pero no viajan lejos del nido original. Los sitios que las abejas parecen preferir, están a 3 metros de altura. Buscan lugares secos y previamente ocupados por otras colonias. Su método de “sanear” y “sellar” sus nuevos hogares, es la utilización de los propóleos, los propóleos también son utilizados para reducir entradas y proteger de intrusos; prefieren tener solo una entrada. Algunas razas de abejas utilizan mucho más propóleos que otras, de las razas, la Caucásica es la que más propóleo utiliza para todo.

Las abejas son increíbles arquitectos que utilizan solo dos materiales para sus construcciones; la cera y el propóleo. La cera es utilizada para construir hojas paralelas que juntas, forman el nido. El hexágono – figura de 6 lados, es la premisa de toda construcción. La celda es una figura de 6 lados y un fondo, que se une a otras celdas a través de sus paredes y fondo y que se usa para crianza de nuevas abejas y almacén de alimentos. La celda está ligeramente inclinada hacia adentro de la hoja o panal con el objetivo de permitir que el néctar y cría se mantengan adentro con la ayuda de la viscosidad y fricción ejercida del líquido o materia viva dentro de ellas.

Las celdas de las obreras en general se construyen a un tenor de 5 celdas por pulgada lineal, y 4 celdas por pulgada para las celdas de zángano y en condiciones naturales, la celda de zángano constituirá en un 15% del total de los panales de las colmenas.

El espacio vital de las abejas.

Entre panal y panal, las abejas tienen un espacio vital que respetan y que es de un aproximado de una altura de una abeja, o un centímetro o 3/8” de una pulgada entre panal y panal. Cualquier espacio menor a 1 cm, las abejas lo rellenaran de propóleo, cualquier espacio mayor a 1 cm, las abejas intentaran construir y rellenar con panales de cera para la miel o cría.

El nido en forma esférica desarrolla una temperatura de 32 a 36 grados centígrados para desarrollo de la cría. El nido natural se rodea de miel y pan de abeja, no solo para alimentación, sino para la termorregulación de la colmena. La capa de miel actúa como batería calórica que, almacenara energía durante el día, y de noche, cuando la temperatura baja drásticamente, libera o ecualiza la energía calórica, haciendo más fácil la labor de termorregulación en las colmenas. Es necesario entender esto con el fin de nunca dejar las colmenas sin alimento porque, aparte de la inanición y posible mortandad por causa de hambre, las abejas trabajan mucho más en mantener la energía calórica –necesaria para la termorregulación.