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Todo inicia cuando la reina pega un huevecillo al fondo de una de las celdas, en ese momento, la apariencia de este, es como una miniatura de un grano de arroz; permanecerá por tres días antes de emerger en forma de larva. Desde el cuarto día, al noveno día, se le conoce como larva y es alimentada exclusivamente de jalea real y pan de abeja. Al día noveno, la celda es tapada –operculada para los letrados y eruditos del lenguaje apícola– se transforma en pre-pupa y luego en pupa, para emerger al día 21 ya como abeja recién nacida. La abeja emergente, no vuela inmediatamente; se queda en la colmena para ver las novelas y escuchar la Rukita Laura; ¡no es cierto! Un chascarrillo solo para despertarlos… Se queda por aproximadamente 22 días en la colmena, donde cumple con múltiples funciones antes de arrancar el vuelo. Los panales que tienen larva o postura ya operculada, tienen un aspecto de un material fibroso sin mucho brillo, algo similar a una tela o papel artesano. Los panales con miel operculada, tienen la apariencia que da la cera, ya sea cera nueva sobre la miel o cera que ya tiene tiempo tapando las celdas, da la apariencia de un material plástico mojado. Los panales con néctar o miel no madura, se puede observar el líquido adentro de las celdas y al sacudirlo ligeramente, se puede apreciar el líquido que sale de las celdas. Los panales que tienen polen almacenado, por lo general tienen colores diversos pero, nunca son operculados. El polen al ser procesado, se convierte en lo que le llamamos “pan de abeja” y este, debe de estar siembre presente en una colmena sana. Inmediatamente después de emerger, la abeja inicia su existencia trabajando, nadie está ahí para cambiarle los pañales, darle un biberón, o explicarle que el gobierno tiene la culpa de que no tengan el apoyo para poder lograr algo; inicia con limpiar la celda donde nació y todas las celdas que encuentra a su paso sin preguntar si a ella le tocaba hacer las tareas de la colmena ese día. Por dos días, vibra sus alas para generar calor o para generar un flujo de aire para enfriar la colmena y después de esto, del día 3 al 5, se le da la tarea de alimentar la larva más grande, y del día 6 al 11; alimentara la larva más pequeña. Del día 12 al 17, se le convertirá en una fábrica de cera, llevar a cabo la construcción exacta de sus panales, y transportar y organizar la miel y polen adentro de la colmena –¡uf, ya me canse! tan solo al describir todo este trabajo… Pero, las cosas estarán por ponerse mexicanas; del día 18 al 21, se le asigna; “combatir al grito de guerra, y que retemblé en sus centros la colmena, y si un intruso u osado enemigo, se atreve con sus 6 patas cruzar la piquera; combatir con todo el aguijón…” Pero, finalmente al día 22, obtiene su licencia de piloto, y es enviada a colectar polen, agua, néctar y propóleos para la colmena. El zángano Pues el zángano es el zángano y no quiero explicarlo; solo vean algún funcionario de PEMEX y eso es una clara explicación de su función; comen de lo que no se ganan, son unos haraganes, se creen guapos, aplican “bulling” a todo lo que está a su alcance, se comen el alimento de los más necesitados, son unos andariegos, se reúnen para ver pasar a las chicas, no tienen una función específica; y ¡tienen orgias con bellas damas!. En serio, los zánganos tienen como función muchas diferentes tareas que son subestimadas, aparte de ser el aportador de semen y diversidad genética, comparten el rol de secar la miel, regular la temperatura de la colmena, y mucho más. La Reina Su siclo de inicio de vida, se asemeja al de la vida de la obrera. La abeja reina, es alimentada exclusivamente con jalea real durante toda su etapa de larva; la obrera solo los primeros 3 días. La abeja reina, creo que por ser reina; no se apega a los lineamientos de los plebeyos y emerge al día 16. Se dice que el consumo de la jalea real es lo único que hace la diferencia entre una reina y una obrera. Cuando la reina emerge, ella se pasea por la colmena y destruye toda celda real que encuentra, en fin reina, quiere un reino para ella sola. A los pocos días, pone su mejor sonrisa, se polvea los cachetes, y se lanza al vuelo donde, en un pequeño periodo de total soltura de su real postura, se comporta como chica mala, se aparea con zutano y perengano y el Pedro de la esquina, y Pancho el de la vuelta, y en fin, con cuanto fulano encuentra, y se aparea de 6 a 20 veces en un trayecto de 2 días. Ella sí que es un viuda que deja sus novios con una cara llena de una amplia sonrisa; cada zángano que se aparea con ella, morirá en el acto por desprendimiento de su miembro. Regresa a la colmena una y otra vez, donde las obreras la limpian y preparan para la siguiente aventurilla, y eventualmente, su reserva de esperma se llena, y pagara por el resto de su vida por su forma tan promiscua de vivir en su juventud. Caminara con los recuerdos de todos sus amados padres de sus hijas e hijos, y mientras camina sobre las celdas, pondrá huevecillos día tras día al tono de 1000 a 2000 dependiendo de la época del año. ¡Todo por tan solo unas aventurillas y descabelle total!, en fin… todos pagamos nuestros escapes. Se dice que una reina vive hasta 6 años.