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Adentro de una colonia, tenemos una compleja y perfecta división de tareas asignadas por castas. Tenemos en primer lugar a la Reina, segundo lugar de importancia a los Zánganos, y por último, a las Obreras.
La Reina Una colmena tiene únicamente una reina -excepto en ciertas ocasiones cuando la colonia esta en alguna etapa de enjambrazón; esto es una premisa universal. La reina es indispensable y su trabajo es vital para la sobrevivencia de la colonia; sin una reina, la colonia perecerá. La reina es la única abeja dentro de la colmena, que tiene la capacidad y función de producir huevos para asegurar la continuidad y las siguientes generaciones de abejas obreras que permitirán el éxito de ella. Ella produce entre 1000 y 3000 huevecillos diarios que según la época, ajustara. En algunas zonas, en invierno la postura es mínima según la especie o clima, o reservas, o algún otro factor. La postura también depende del linaje y clase de abeja que es; la raza Carniola, tiene una casi nula postura invernal, y el claustro de invierno muy bajo por poder resistir más las temperaturas bajas y ser eficientes en el consumo de alimentos y reservas. La raza Italiana, es muy deficiente en el invierno y mantiene claustros o nidos muy grandes que permiten un alto consumo de reservas, más por su población alta, presentan la mejor opción para la polinización de floraciones tempranas. La reina, es notoriamente diferente a los demás; tiene su cola larga, las patas más largas para poder acomodar su cola en las celdas durante la postura. Su presencia puede ser verificada al existir huevecillos o larva reciente, de esta manera, el apicultor experimentado verifica que tiene una reina sana. La reina tiene aguijón, pero esta liso. Las barbas de los aguijones de las obreras, a diferente de los aguijones de las reinas, actúan como un anzuelo donde, al penetrar, las barbas encontradas, no permiten que el aguijón sea retirado con facilidad. El agujón de la reina es como un picahielos, es liso, y diseñado para penetrar y salir sin atorarse. Casi nunca utilizara el aguijón, a menos de que tenga un duelo con otra reina. El Zángano… Los zánganos son los machos de la colonia, su objetivo principal es el de aparearse y fertilizar las reinas. Son más fuertes, grandes, tienen grandes ojos y no tienen aguijón. Se les es permitido viajar de colmena a colmena sin ser rechazados por las abejas guardianes de las colmenas, y su presencia es una señal de buena salud puesto que cuando una colmena tiene abundancia de alimentos; produce zánganos. La reina virgen, se apareara con de 6 a 18 zánganos para poder iniciar su postura y nunca se volverá a aparear por el resto de su vida. Durante su vuelo nupcial, la abeja regresa al nido donde se le es limpiada toda huella de sus andadas o en su caso; sus voladas. La reina posee una reserva de esperma llamada que, puede utilizar a su elección. Si escoge fertilizar huevecillos, estos, producirán abejas hembra, si escoge no fertilizar el huevecillo, el resultado serán los zánganos. Los zánganos, al aparearse, lo hacen al vuelo, en lo alto y me atrevo a decir que escuchan canciones cantadas por Andrea Bochelli mientras lo hacen pero… Aquí termina la dulzura de su existencia; ¡mueren en el acto de hacer el amor! Y escuchando música de protesta de Silvio Rodríguez, en el momento de consumar el terrible y buen acto sexual, se desmallan, y cual gran roble que fue talado; caen, se desprenden de su miembro –y todas las demás yerbas que componen ese platillo– y desmembrados; caen al abismo para nunca más existir. ¡Sí!, el acto de atrapar a la reina y aparearse les cuesta la vida – ¡caramba!, Y si yo fuera poeta diría;
¿Oh gran zángano que has caído; quien detuvo tu vuelo? ¿Ha sido acaso tu sed por conocer –en términos bíblicos, la hermosura de una dama? - y no solo ha sido una dama en la cama, -Sino la dama con casta que cual vana rana -Se reirá de ti y croara para llevar a otro zángano a la cama…
Pues no, como podrás percibir, no soy poeta, pero la reina si tendrá prácticamente un total desacato moral, y perdida en su total desenvoltura recatada; mandara a muchos zánganos más con la parca, al hacerlos tan solo un instrumento más, de sus bajos instintos de aparearse y fecundarse. La reina regresara a su colmena después de cada aventurilla, para que las damas nodrizas, le ayuden a borrar toda huella que aquel ultimo zángano dejo sobre su real, dulce y bello esbelto cuerpo de bala. Y dejando con todo ello el pudor, después de cada apareada, regresara y tomara ventaja del pobre zángano que con sus alas poderosas, enormes ojazos, y de hermoso parecer, le llegue y le alcance los talones (y un poco mas) durante su continuo vuelo nupcial… A ella le quedaran miles de hijas e hijos de su vida loca que suele durar solo unos cuantos días, a Don Zángano, o los muchos, les quedara una sonrisa de felicidad al terminar sus días con un desmallo causado por el orgasmo y coito y ya sin miembro, caerán en el abismo para ser alimento de gusanos o pájaros. Los zánganos viven más o menos 90 días y si están vivos, es porque no han tenido el placer de conocer una dama poco virtuosa y grandes caderas… Durante el invierno, ellos dejan de tener la importancia de ser únicamente objetos sexuales, y serán expulsados de las colmenas, donde morirán de frio y hambre – ¡así son las damas, después de haberles servido bien! Mi intento de ser poeta otra vez; Oh tu zángano que viviste entre ellas, Más nunca tuviste de tus funciones una querella… Y llego el verano, después el otoño, y hoy el invierno… Y de ti y tus hermanos; ¡ellas han hecho con sus cadáveres una paella! –pobres…
La obrera Todas son hembras, y no producen huevecillos fértiles. En caso de que a la colonia le falte la reina, las obreras tomaran el rol de poner huevos, pero estos, sin ser fecundos, resultan en puros zánganos y no garantizan la sobrevivencia de la colmena. Esto es como el último intento de la naturaleza de aprovechar la colmena para diseminar los genes y aprovechar los recursos. La obrera trabajara arduamente por 21 días aproximadamente dentro de la colmena, y luego con sus alas maduras, iniciara vuelos de trabajo para recolectar néctar, agua, polen y propóleos. Durante el verano, la obrera trabajara muy duro, y vive únicamente de 35 a 45 días. Su vida termina por el excesivo trabajo, cuando sus alas desgastadas ya, no pueden más. Cansada y enferma, la mayoría de las veces, ella se ira de la colonia para no ser carga para la comuna, y morirá lejos y sola.